Como mellorar a autoestima dos nosos fillos e fillas

Hoxe, 20 de febreiro, tivemos a oportunidade de gozar da charla impartida por Noelia Romero (integradora social) sobre como mellorar a autoestima dos nosos fillos e fillas.

Foi unha interesante e amena charla na que puidemos aprender moitas cousas que facilitarán o noso traballo como pais e nais.




























Charla "Como mellorar a autoestima dos nosos fillos e fillas"

 O vindeiro mércores 21 de febreiro, a educadora social Noelia Romero impartirá unha charla online sobre como mellorar a autoestima dos nosos fillos. A charla será online e aberta a todas as familias con fillos/as en Educación Primaria, (aínda que se algunha familia de Infantil ou a ESO tamén desexa participar tamén será benvida).

Agardamos a vosa presencia.





Móbiles e adolescentes: preocuparse non é suficiente

 Artigo republicado con autorización do autor: Carlos Pajuelo

(https://blogs.hoy.es/escuela-de-padres/)


Es una realidad que el tema de las nuevas tecnologías está generando en el ámbito familiar y escolar más de un quebradero de cabeza. Muchas familias andan desesperadas, tremendamente desesperadas, a consecuencia del mal uso de los móviles no solo por parte de los menores, sino también por parte de los adultos.

La reciente noticia sobre la divulgación de imágenes de niñas menores desnudas, modificadas con herramientas de inteligencia artificial, nos vuelve a mostrar con toda su crudeza la necesidad de hacer algo más, desde los diferentes ámbitos sociales, políticos, educativos, familiares en pro de un uso correcto de las nuevas tecnologías.

Pero no podemos esperar que esto lo solucione una ley, una norma. Esto afecta directamente a tus hijos e hijas, así que somos los padres y madres los que tenemos que tomar la iniciativa.

Una iniciativa, basada en el ejemplo.

Si tus hijos te escuchan hablar mal, denigrar, insultar a personas que te caen mal, ¿por qué no van ellos a hacerlo?

Si tus hijos te ven todo el día enganchado al móvil, ¿por qué no van a hacerlo ellos?

Si tus hijos te ven todo el día echándole la culpa a los demás, ¿por qué no van a hacerlo ellos?

Habla con tus hijos. Habla claramente y háblale como si realmente pudiera comportarse como un abusador o abusadora, dile como te sentirías si supieras que tu querido hijo o hija se entretiene faltándole al respeto, humillando, hablando mal de otros compañeros y compañeras, afea esa conducta (y toma nota de lo que tú haces o dices delante de tus hijos) y hazles saber el dolor que provoca, el dolor que te provoca a ti como padre  o madre, el dolor que le provoca a los padres y madres de los otros chicos, el dolor que le provoca al chico o chica humillado.

Repite con claridad y firmeza:  No se abusa, no se insulta, no se desprecia, no se humilla, a nadie.

Hazle saber de las consecuencias de sus actos, pero no solo de las penales. Hazle saber que si tienes conocimiento de que tu hijo o hija utiliza el móvil para eso, se lo vas a quitar (y se lo quitas) hasta que puedas confiar en él o ella de nuevo.

Pon límite en el horario del móvil en casa. Sobre todo por la noche. Y esto no es fácil, pero así ayudas a que duerman y a que no “enreden”.

No dejes que lleven el móvil al centro, a no ser que los profesores os digan que van a utilizarlos en el aula. No necesitan móvil en el centro. Si tienen que llamar o avisar lo pueden hacer desde el teléfono del centro y viceversa. Y si por alguna razón lo llevan (transporte escolar…) dile que lo tiene que apagar, apagar no silenciar, en el aula. Y si no lo hace, te llegará un aviso del centro, déjale claro cuál es la consecuencia.

Educando hay que pelearse, hay que pelearse mucho a veces, pero es mejor pelear que sentirse como se estarán sintiendo ahora las familias y las niñas víctimas de la intromisión en su intimidad o como se estarán sintiendo las familias de los chicos que han realizado esta acción tan dañina.


Os pais que facían as tarefas dos seus fillos

Artigo republicado con autorización do autor: Carlos Pajuelo

(https://blogs.hoy.es/escuela-de-padres/)

El otro día leía en un periódico de difusión nacional una noticia que hablaba de los consejos, que 4 alumnas de 10, daban para tener éxito académico y en el titular se destacaba : “Nuestros padres nunca nos han ayudado a hacer los deberes”.

Yo, sinceramente, creo que para tener éxito académico hacen falta algunas cosas más que tener unos padres que se abstengan de hacer las tareas escolares con sus hijos, porque si fuera así, las calles de nuestras ciudades y pueblos estarían llenas de madres y padres felices paseando mientras sus hijos, en casa, hacen sus tareas. Y la realidad es otra, madres y padres están sentados al lado de sus criaturas, goma en mano, asustados con la “ceporrez” que manifiestan sus criaturas mientras les repetimos desesperados “así no es”.

Todos los hijos no son de 10, ni todos los padres somos de 10, ni todos los docentes tampoco son de 10; hay estupendos hijos de 7, maravillosos hijos de 5 y extraordinarios hijos de los que suspenden hasta el recreo. Las notas solo son un termómetro que indican lo que ocurre en un momento determinado de la vida académica de nuestros hijos, pero no determinan su futuro. El futuro está en el tejado de cada uno de nuestros hijos, su futuro lo construyen ellos mismos con las herramientas que les damos en el presente.

Hay padres que creen firmemente que los suspensos son como las drogas, destrozan la vida y por esa razón hacen lo que sean para intentar evitar que sus hijos suspendan: hacen trabajos que sus hijos no saben o no quieren hacer; estudian con ellos resolviendo al instante cualquier error que sus hijos comenten mientras hacen las tareas, les toman las lecciones una y otra vez hasta tal punto que madres y padres dominan la materia (pero su hijo no).

Yo creo que una cosa es ayudar a organizarse con las tareas y otra es ser el guardián de las tareas. Y hay padres que creen que organizan, pero realmente lo que hacen es solucionar las tareas.

Si les haces las tareas, siempre las harán bien, aunque no se hayan enterado.

Si les haces las tareas, creerán que la responsabilidad de estudiar es una tarea conjunta, papá o mamá a mi lado., los padres se encargan de estar atentos a lo que está bien o mal.

Si les haces las tareas, no se responsabilizarán de sus vidas, porque ya te estás responsabilizando tu.

Si les haces las tareas serás “guay” a sus ojos, pero unos inútiles a los tuyos.

Hay cincos que saben a éxito, hay suspensos que pueden ayudar a esforzarse, las tareas escolares son una oportunidad más para que nuestros hijos aprendan a valorarse. No les usurpes esa posibilidad.




Como afrontar un trastorno alimentario na adolescencia

A psicóloga clínica Montse Sánchez Povedano comezou a súa especialización en trastornos da conduta alimentaria (TCA) hai máis de 25 anos, cando coñeceu os primeiros casos de xoves con TCA, que eran tratadas en hospitais co obxectivo limitado de recuperar a súa masa corporal e autoestima. Este primeiro contacto foi suficiente para entender a complexidade do trastorno e adentrarse no mundo do sufrimento emocional relacionado coa alimentación.

Neste vídeo de BBVA e El País fálanos deste trastorno e como afrontalo dende a familia.


Para ver o vídeo preme na imaxe:



Fomentar a lectura

 Miguel Salas, doutor en Literatura e profesor, é o autor do libro "En plan lector: sobrevivir a la adolescencia sin dejar de leer". Nel, propón algúns consellos para axudar aos pais nese sentido. El é moi contundente: "buscamos un ocio moi fácil que nos evada a cambio de moi pouco, vendo a tele, consultando o móvil ou xogando con el". Pero engade: "se estamos dando este exemplo aos nosos fillos, é moi difícil que eles collan un libro".

Neste vídeo de BBVA e El País, fálanos precisamente de como fomentar a lectura nos nosos fillos. Paga a pena velo.


Para ver o vídeo preme na imaxe:





Noelia Romero: como mellorar a comunicación cos teus fillos

Onte, mércores 8 de novembro, tivemos a oportunidade de gozar da charla impartida por Noelia Romero (integradora social) sobre comunicación. Fixo un estupendo resumo de como mellorar a relación cos nosos fillos e conseguir que non só nos conten as súas cousas, senón tamén que nos escoiten.











































Nada de móbil ata os 16 anos

Un interesante artigo que nos pode abrir os ollos á realidade que se agocha detrás de entregarlle un móbil aos nosos pequenos. Artigo escrito por Jordi Font Comas d'Argemir (EFE), para TheObjective (https://theobjective.com/sociedad/2023-10-29/prohibir-moviles-16-anos-suicidio/)


Un especialista en conducta suicida: «Prohibir el móvil hasta los 16 años debe ser innegociable»


Los casos de conducta autolesiva se han multiplicado por cuatro en los últimos años

 

El psicólogo clínico Francisco Villar, especialista en conducta suicida en adolescentes, defiende que el móvil debería hasta prohibido hasta los 16 años para evitar los perjuicios que redes sociales y otros contenidos pueden provocar en los menores y está convencido de que la regulación por parte de la administración acabará llegando.

Villar acaba de publicar el libro Cómo las pantallas devoran a nuestros hijos (Herder Editorial), una obra en la que repasa la evidencia científica y su experiencia de diez años al frente del Programa de Atención a la Conducta Suicida del Menor del Hospital de Sant Joan de Déu de Barcelona.

En una entrevista, el psicólogo resalta que en la última década ha habido un empeoramiento de la salud mental entre los jóvenes, pero lo que ha incrementado «no es la patología mental, como los trastornos bipolares o la esquizofrenia, sino todo lo relacionado con la presión social, como la conducta suicida o la autolesiva, o los trastornos de conducta alimentaria (que sí son trastornos pero ligados a la presión social)».

En los últimos años, gracias al trabajo de la administración y de las asociaciones de supervivientes de suicidio, se han incrementado los recursos, se ha mejorado la formación y se han desplegado teléfonos de atención, planes de coordinación y guías que han ayudado a los profesionales de la salud mental y «han ido mejorando globalmente la situación» del suicidio, según Villar. Pero, mirando los números, «el efecto ha sido el contrario, pasando en la última década de una media de 250 episodios de conducta suicida de menores al año atendidos en las urgencias de Sant Joan de Déu a mil casos el año pasado«, explica el psicólogo.

Para el especialista, no hay duda que la culpa es de los móviles y las redes sociales: «La relación con las pantallas es inequívoca», concluye. Evidentemente, «las pantallas no han creado el suicidio», ni tampoco la presión estética o el bullying ni el acoso sexual, aclara el psicólogo. Pero, por ejemplo, antes de la era de los móviles las víctimas del acoso escolar o sexual podían «respirar cuando llegaban a casa» y había más opciones de intervención de un adulto -padres o profesores- que lo pudieran detectar.

En estos momentos, a través de los móviles, el bullying o el acoso sexual puede perpetuarse a todas horas y es más difícil de detectar por parte de los adultos: «Esta posibilidad de que alguien pueda intervenir desde el mundo de los adultos es una protección que ya ha caído», lamenta.

Como recoge Villar en su libro, existe evidencia del daño de las pantallas en edades tempranas desde hace tiempo, algo que también saben las multinacionales que crean contenido, y sin embargo se ha ofrecido todo este material a los adolescentes, denuncia el psicólogo clínico. «Es una incoherencia, es como si hubiéramos creado un parque de atracciones en el que sabemos que hay peligros pero les decimos a los adolescentes: ‘Id entrando, que voy haciendo caja y no os preocupéis, que los de ahora lo pasaréis mal y sufriréis daños pero aprenderemos a proteger a los otros en el futuro», ejemplifica Villar.

Para que los menores no sean «devorados» por las pantallas, el especialista propone en su libro prohibir totalmente antes de los 16 años el acceso al teléfono inteligente. En esa edad ya se ha producido «un cambio evolutivo» en el proceso de maduración y se ha superado la edad de 14-15 años, la más crítica para la conducta suicida. «Esta conducta empieza habitualmente a los 10 o 11 años, llega al pico a los 14-15 y empieza a bajar a los 16-17 años; es muy diferente un adolescente de 12 y uno de 16, y para mí antes de los 16 sería innegociable un teléfono«, apostilla.