O meu fillo non obedece... que fago?


Autoría: Victoria Montoro
Republicada con autorización de: https://www.psicologosantacoloma.es

Muchas veces los padres se quejan de que sus hijos no les obedecen o que tienen que repetir las cosas muchas veces y no hacen caso y han de insistir en ello e incluso llegan a enfadarse por este motivo. Hasta que llegan a un punto que ya no saben lo que hacer.
Esta situación suele ser frecuente en las casas y ocurre muchas veces: peleas entre hermanos, malas contestaciones, no se quiere ir a dormir, no se quiere vestir solo o le repetirnos mil veces que se vaya a duchar entre otras…
La desobediencia es una negativa a hacer alguna cosa que se nos ha pedido en un periodo de tiempo limitado o/y a seguir una serie de normas establecidas ya sean padres, profesorado u otras personas con el fin  que el funcionamiento de la  escuela o casa sea el correcto.

Habría innumerables motivos por los que los niños no obedecen, algunas de ellas serían:

  • Para llamar la atención: un niño puede ser desobediente para que sus padres le presten más atención.
  • Se muestra inseguro
  • Puede ser por mostrar celos, a veces hay diversas situaciones que generan celos como puede ser el nacimiento de un hermano y pueden realizar conductas negativas para de llamar la atención de sus padres para que tengan y pasen más tiempo con él ya que la llegada de un hermano implica la pérdida de atención de tenía anteriormente.
  • Algunos niños no sabe esperar ya que son inmaduros y han de aprender aun a guardar su turno.
  • Sobre los 2-3 años es normal que los niños tengan conductas oposicionistas ya que es una edad en la que los niños ponen a prueba la autoridad de sus padres.
  • Pero sobre todo, la más importante y la más frecuente es: porque lo que les pedimos que hagan es un rollo y tienen que dejar de hacer algo que les gusta para hacer algo que no les gusta (a nosotros también nos pasa!).

Normalmente cuando una conducta se aprende suele ser porque su conducta tiene consecuencias positivas, por ejemplo adquirir la atención de los padres que solo se le da cuando se comporta mal o no se hace caso y no cuando el niño se porta bien.
Es decir, los niños aprenden a ser obedientes dependiendo de los estímulos que les ofrecen los adultos y de cómo estos  reaccionan frente a su conducta.
Por esto es muy importante valorar y tener en cuenta todas las conductas correctas y no solo las negativas. Si solo se le presta atención cuando se porta incorrectamente nuestro hijo tiene así un gran reforzador para seguir comportándose mal.
Al tratar de modificar la conducta es muy importante analizar tanto la conducta y el comportamiento del niño como el de los adultos.

LOS PASOS PARA MODIFICAR LA CONDUCTA SERÍAN:

Cuando nuestro hijo no se comporte como nosotros queremos hemos de:

Antes de usar cualquier técnica, lo más importante es asegurarse de que la orden que hemos dado se ha oído, procesado y entendido. Si yo desde la cocina le digo a mi hijo, ves a lavarte los dientes cuando el está en el sofá viendo los dibujos, la probabilidad de que obedezca es de 0,000001. Si en cambio, yo voy al comedor, me acerco y le digo: ves a lavarte los dientes, aumento mucho la probabilidad pero todavía estaré muy lejos de la obediencia. Si yo además de decírselo cerca y mirándole a los ojos, lo cojo de la mano y le digo: venga vamos al lavabo que tienes que lavarte los dientes, probablemente en un 90% de los casos me hará caso. Lo que quiero decir con esto, es que no puedo esperar que mi hijo/a me obedezca si le doy la orden desde la otra punta de la casa, porque no me habrá ni escuchado, ni procesado ni entendido y seguirá mirando los dibujos plácidamente.

Si llegados al último paso, sigue sin obedecernos, cosa que ocurrirá pocas veces, entonces tendremos que usar otras técnicas:

Retirar la atención, es decir, no ofrecerle nuestra atención ni hablarle si no nos desobedece. Si nos es muy complicado, podemos salir de la habitación. Y una vez la conducta de desobediencia finaliza volverle a ofrecer nuestra atención (mirarle, hablarle)
A la vez, se ha de reforzar todas las conductas correctas que realice su hijo de manera sistemática, ya sea de manera verbal o si hiciera falta en forma de premio.
Por otro lado, si la extinción o retirada de atención no fuera suficiente se podría tener alguna consecuencia negativa, como la retirada de actividades que les gusten como puede ser: ver la televisión, jugar con el ordenador o tablet o retirarle los juguetes.
Es importante resaltar que, en un principio generalmente, suele aumentar la frecuencia y la cantidad de la conducta desobediente si seguimos estas pautas ya que los niños están acostumbrados a que así suelen conseguir lo que quieren pero si perseveramos y somos constantes, posteriormente la conducta disminuirá.

 AL DAR INSTRUCCIONES Y ÓRDENES SE HA DE TENER EN CUENTA:

  • Han de ser frases que los niños puedan entender.
  • Las ordenes han de ser claras, cortas y específicas
  • Se han de dar de una en una.
  • No deben contradecirse unas con otras

 ESTRATEGIAS PARA QUE NUESTRO HIJO/A SE PORTE BIEN:

  • Sorpréndelos cuando se porten bien. Mostrar interés, alabar, reconocer y felicitar cada vez que vemos que nuestro hijo se porta bien, como por ejemplo cuando está tranquilo o cuando está con su hermano sin pelearse o está comiendo bien sentado.
  • Reconocer cualquier mejora aunque sea pequeña. Es imposible pasar de una mala a una buena conducta, pero si nos fijamos veremos que suelen haber pequeñas mejorías y estas también las hemos de reconocer, así el niño se motivará a continuar mejorando.
  • Presentar alternativas para que su hijo pueda elegir. En vez de ordenar a que haga una determinada tarea se le pueden ofrecer dos alternativas y así él elegirá cual y lo hará de forma más contenta. Por ejemplo si queremos que haga los deberes podemos preguntarle, ¿quieres hacer los deberes antes o después de merendar?
  • Utilizar la distracción. Cuando nuestro hijo tiene comportamiento de oposición lo mejor es no realizar ordenes explícitas y directas. Por ejemplo, si queremos que se vista lo mejor sería decirle, ¿qué cuento quieres que te explique mientras te vistes para salir a la calle?

Más adelante y cuando esto  esté resuelto  y nuestro hijo sea bastante obediente sabrá hacer las cosas y poco a poco la convivencia familiar será más pacífica y armoniosa. Recuerda que la mayoría de niños no hacen caso a la primera.


Axudar ao noso fillo cando ten condutas agresivas


Autoría: Victoria Montoro
Republicada con autorización de: https://www.psicologosantacoloma.es

La agresividad es un comportamiento normal que tiene la conducta humana ya que tiene la función de defendernos y protegernos.
En edades tempranas, estas conductas son totalmente normales, generalmente son debidas a que no saben cómo resolver los conflictos, no saben expresarse aún, y por naturaleza los niños de edades infantiles son egocéntricos. Por eso no hay que preocuparse para nada.
En cambio, en edades más tardías, la agresividad se convierte en una respuesta que dificulta la relación con los demás cuando esta se produce y puede dar lugar a desadaptaciones sociales y escolares. Es cuando nos debemos preocupar más.
Lo más recomendable es intentar prevenir rápida y eficazmente este problema para que no sea más grave en edades tardías.
Los niños agresivos suelen tener problemas para relacionarse con otros niños y adultos y adaptarse a su entorno más cercano.
La agresividad puede expresarse de manera verbal como insultar o física como pegar, dar patadas, empujones, pero también puede ser de manera más indirecta, es decir, romper objetos o estropear cosas de la persona a la que quiere dañar.

ALGUNAS DE LAS CAUSAS DE LA AGRESIVIDAD

  • La agresividad es una forma de expresión que puede ser consecuencia de conflictos personales, como llamar la atención de los adultos o tener como objetivo conseguir algo entre otros.
  • Las conductas agresivas se pueden aprender por imitación, ya sea de los propios padres o compañeros de la escuela. Los padres autoritarios o padres muy poco exigentes pueden dar origen y fomentar en su hijo un comportamiento agresivo.
  • A la vez, como los padres son los modelos y los ejemplos de los hijos, se ha de tener en cuenta que si los padres castigan a su hijo con conductas agresivas es probable que él aprenda a realizar estas conductas. Por ello se debe evitar castigos de forma física.
  • A veces las dificultades para expresarse correctamente también pueden ser causa de agresividad ya que es el único medio que encuentran para canalizar lo que sienten. Ayudémosle a encontrar las palabras que expresen su emoción!
  • Dificultades en habilidades sociales y dificultades para resolver determinadas situaciones
  • La televisión, los videojuegos, y los medios de comunicación se ven innumerables imágenes agresivas


ORIENTACIONES GENERALES

  • No ver escenas violentas solos, ya sea en la televisión, en los videojuegos, etc..y en cambio realizar actividades compartidas o actividades extraescolares.padre hablando tranquilamente con sus hijos
  • La familia tiene que ser un correcto modelo educativo y debemos dar ejemplo de cómo resolver los conflictos mediante la palabra y no llegar nunca a las agresiones ya sean verbales o físicas.
  • Enseñarles métodos alternativos al conflicto y de resolución de problemas, es decir, no decirles únicamente “no se tiene que pegar” sino indicarle que es lo que se tiene que hacer para solucionar el problema.
  • Podemos sacar al niño del contexto donde se está produciendo la conducta para que se pueda tranquilizar y analizar lo que ha pasado y así buscar soluciones alternativas
  • Felicitar las conductas pacíficas y cada vez que nuestro hijo resuelva las situaciones de manera tranquila y adecuadamente.


Actividades para fomentar el autocontrol y la paciencia:

  • Manualidades: la realización de manualidades fomenta la paciencia ya que son un trabajo entretenido pero se han de realizar poco a poco.
  • Cuidar de plantas y mascotas, estas actividades fomentan la responsabilidad en los menores.
  • Realizar deportes de equipo y actividades extraescolares, ya que fomentan los turnos entre los diferentes miembros, a respetarse y a solucionar los problemas que surjan.

Las conductas y los comportamientos agresivos son aprendidos y por tanto pueden ser modificados y reconducidos por ello es muy importante la prevención, es decir, y la familia y los adultos que les rodean.

Que son as altas capacidades?


Republicada con autorización de: https://www.psicologosantacoloma.es


LA SUPERDOTACIÓN:

Se entiende como niño superdotado aquel que presenta niveles elevados en todos sus recursos intelectuales, como por ejemplo en su razonamiento lógico, creatividad, memoria i captación de la información.
Por un lado, la configuración intelectual de un superdotado le facilita una producción eficaz en cualquier tarea que se proponga, y por otro lado, existe una diferencia cualitativa muy importante, ya que al disponer de recursos múltiples, también puede utilizar estos de forma combinada, es decir, podrá solucionar problemas complejos, que son imposibles de llevar a cabo con un solo recurso.

EL TALENTO:

Se dice que un niño tiene talento cuando muestran una elevada aptitud en un ámbito (por ejemplo, talento verbal, lógico o creativo), pero en el resto de ámbitos presenta niveles muy normales, o en algún caso por debajo.

LA PRECOCIDAD:

No es un fenómeno intelectual como tal, sino evolutivo, el cual implica un ritmo de desarrollo más rápido, pero en ningún momento se refiere a niveles de desarrollo superiores. Los niños y niñas precoces suelen manifestar un mayor número de recursos intelectuales que sus compañeros durante la maduración. Una vez finalizada la maduración intelectual, sus capacidades estarán al mismo nivel que sus compañeros.

¿Cuáles son los síntomas más evidentes y a partir de qué edades se notan?

Desde el nacimiento hasta los 2 años:

  • Son bebés muy demandantes,
  • Tienen un alto nivel de coordinación psicomotriz, levantan la cabeza antes del mes de vida.
  • Pueden vocalizar dos sonidos diferentes sobre el mes y medio, dice su primera palabra hacia los 5 meses y a los 6 ya responden a su nombre.
  • Son capaces de mantener una conversación a los dos años y su vocabulario es extenso y fluido para su edad.
  • Memorizan cuentos, refranes o canciones hacia los dos años y medio.
  • Controlan esfínteres a los dos años.
  • Son capaces de dibujar la figura humana en torno a los dos años y medio.
  • Realizan puzzles de 20 piezas cuando tienen dos años o dos años y medio.


Entre los 3 y 6 años:
  • Aprenden a leer y a escribir de forma espontánea entre los tres y los cuatro años y disfrutan leyendo.
  • Tienen una gran imaginación y creatividad. Disfrutan creando cuentos, historias, dibujos…
  • Muestran desde muy pequeños una memoria privilegiada y suelen ser muy perfeccionistas.
  • Hipersensibilidad sensorial, es decir, reaccionan de forma exagerada a cualquier cosa que altere alguno de los cinco sentidos como una luz excesiva, el ruido, una etiqueta que pique o un olor fuerte, entre otros ejemplos.
  • Suelen ser muy intensos emocionalmente hablando y también tienden a preocuparse y a identificar las emociones de los demás.
  • Suelen manifestar un interés muy precoz por ciertos temas existenciales como la religión, la moralidad, el universo o la muerte. El interés por estos temas les puede generar un estado de ansiedad difícil de manejar, ya que emocionalmente no están preparados para pensar en este tipo de cosas y eso les puede provocar miedo e inseguridad.
  • Tienen una curiosidad insaciable y comprenden las explicaciones de forma muy rápida.
  • Se despistan con frecuencia cuando algo no capta su interés. Su cerebro va tan deprisa, que todo lo que no es prioritario para ellos pasa a un segundo plano.


A partir de los 6 años:
  • Suelen disfrutar con actividades de ocio muy específicas y poco comunes a otros niños de su edad. Es frecuente que les guste el ajedrez, que fomenta su pensamiento lógico y les estimula al enfrentarse continuamente a otros niños, el cálculo, que supone un reto y velocidad mental, o la pintura y la música porque fomenta su lado creativo.
  • No suelen mostrar interés por los deportes y esto les lleva a tener unas relaciones sociales más pobres. Les cuesta encontrar aficiones en común con otros niños de su edad (deportes, dibujos animados…), por lo que se sienten más cómodos relacionándose con los adultos.
  • Son muy independientes y competitivos, por lo que a veces tienen rabietas o comportamientos que podrían considerarse por debajo de la madurez emocional que se les presupone por edad.
  • Muestran un gran sentido de la justicia y un avanzado sentido del humor, gran sensibilidad, perfeccionismo, sentimientos y emociones fuertes.
  • Cuestionan cualquier autoridad que no tenga sentido para ellos, por lo que cuesta que acepten las normas si para ellos no están bien argumentadas.
  • Tienen un pensamiento crítico y divergente, es decir, les gusta buscar posibles soluciones a un único problema y son muy creativos a la hora de abordar distintos asuntos.
  • Presencia de habilidades de liderazgo.


¿Si los padres sospechan que su hijo tiene altas capacidades, qué deberían hacer?

Acudir lo antes posible a un experto para que confirme o no el diagnóstico. La detección a edades tempranas, favorece la canalización de todo su potencial y hace que los padres empiecen entender y a empatizar con las necesidades reales de su hijo.
Ser superdotado no es una característica, es una forma de ser y por ello, una forma diferente de entender y procesar la realidad. En la infancia, esto puede resultar muy difícil porque perciben mucha más información de la que pueden gestionar, el mundo se vuelve por momentos hostil, lento e incomprensible para ellos. Los otros niños tienen intereses muy diferentes a los suyos y no parecen comprenderles, incluso muchos padres que no saben que su hijo es distinto, intentan por todos los medios que se comporte de acuerdo al patrón establecido para la media de los niños de su edad, lo que da lugar a muchos desencuentros, soledades e infelicidad.

A mellor forma de negociar cun adolescente


Autoría: Eugenia Olego Gual
Republicada con autorización de: https://www.psicologosantacoloma.es

La adolescencia es una etapa en la que el sujeto sufre cambios a nivel físico, psicológico y social.  Es un período donde buscan su identidad propia donde necesitan descubrirse a sí mismos, reflexionar, volver la mirada hacia adentro. Por eso se pasan tantas horas en la habitación encerrados, prefieren pasear solos, etc.
Otro cambio que encontramos es que el niño/a quiere diferenciarse de sus padres. Esta actitud nueva la manifestará con cambios de imagen, jerga característica a su grupo de edad, los cuales suelen ser un conflicto entre padres e hijos.
Aunque quieran libertad todavía no son suficientemente adultos para tener una independencia completa. Ellos también necesitan unas normas y límites claros para sentirse seguros. Por eso, es fundamental que como padres no perdamos la comunicación con nuestros hijos ya que el correcto uso de ésta es la herramienta fundamental para una buena relación con ellos. Vamos a mencionar algunas pautas para poder comunicarnos mejor con nuestro adolescente:

1. Decide el lugar y momento apropiado

Si tenemos que discutir con él para pedirle explicaciones sobre algo que ha dicho o hecho, espera a estar a solas con él. En cambio, si lo vas a elogiar a veces es bueno hacerlo delante de personas significativas.
Si ves que no es el momento para discutir o simplemente se te ha escapado de las manos las discusión, usa frases como: “Si no te importa podemos seguir hablando de esto en…más tarde”.

2. Escúchale

es necdesario escuchar a los adolescentesDéjale hablar para que pueda expresar su opinión mirándole a los ojos, manteniendo una postura activa cara a cara y no interrumpirle.  Cuando haya terminado será nuestro turno.

3. Empatiza

Empatizar nos referimos a ponernos en el lugar del otro y hacerle saber que le hemos entendido.
Después de haberle escuchado atentamente su opinión, iniciaremos nuestra conversación con el adolescente haciendo un breve resumen de lo que ha dicho usando frases como: “Si no te he entendido mal…” “pienso que debes sentirte bastante enfadado por….” “Entiendo los que sientes…”

4. Háblale en primera persona

No es lo mismo decir: “Siempre dejas la habitación desordenada y no me ayudas en nada, todo lo tengo que hacer yo” que “me disgusta ver la habitación desordenada. Me gustaría que entre todos podamos colaborar en la casa”
En muchas ocasiones nos dirigimos a ellos expresando nuestro malestar o sentimientos con una pregunta o frase impositiva que provoca que la otra persona reaccione contestándonos mal o no contestándonos. Para evitar este malestar, usa los mensajes en primera persona (yo) en lugar de mensajes en segunda persona (tú). Los mensajes en segunda persona hacen que el adolescente se sienta acusado, herido, culpable. En cambio, los mensajes en primera persona permiten expresar sentimientos sin herir a nadie.
Me siento (emoción) porque (el motivo concreto y claro) y me gustaría (qué cambio esperáis).

5. Evita las negaciones

Di quiero en lugar de no quiero. Procuremos usar lo menos posible la negación NO.

6. No seáis preguntones

Las preguntas presionan y señalan al otro con el dedo.
En lugar de decir: ¿Cómo volverás a casa? Digamos, “Me gustaría saber si ya has pensado cómo volver  a casa”
Si recomponemos nuestras preguntas en frases afirmativas, evitaremos entrar en discusiones interminables sobre temas que nada tiene que ver con el motivo de la discusión.

7. Llegad a acuerdos

Con los adolescentes ya no sirve imponer sino que negociar llegando a acuerdos parciales. Recordemos que negociar significa reflexionar, admitir errores, reconocer la parte de razón del otro,.. Negociar es ofrecer un ejemplo positivo al adolescente sobre cómo resolver los problemas ya sean fuera o dentro de casa.
Para ello es necesario ofrecer varias soluciones, dejando que ellos sean los que decidan y adquieran el compromiso, la responsabilidad de cumplir, y mostrarle que confiamos en que harán lo más correcto.


Fomenta un bo uso dos videoxogos en casa


Autoría: Victoria Montoro
Republicada con autorización de: https://www.psicologosantacoloma.es


Los videojuegos, utilizados correctamente, son una buena herramienta para el tiempo libre ya que hay varios videojuegos que:

  • Estimulan y favorecen la actividad física
  • Transmiten valores
  • Desarrollan habilidades, aumentan a autoestima, y ayudan a expresar   sentimientos y emociones
  • Permiten compartir juegos con otras personas


TIPOS DE VIDEOJUEGOS

  • De acción: estimula la atención, la organización temporal y espacial
  • De aventuras: aumenta la observación, la creatividad, la memoria y la imaginación
  • De deportes: estimula la precisión y la organización espacio temporal
  • De estrategia: fomenta la habilidad de razonamiento estratégico, la flexibilidad y la concentración
  • De simulación; estimula el razonamiento lógico la concentración y la reflexión


CONSEJOS PARA ELEGIR VIDEOJUEGOS DESTINADOS A LOS NIÑOS

  • Elegir videojuegos que transmitan valores positivos y evitar los que trasmitan violencia
  • Es importante conocer los gustos y los intereses de nuestros hijos y así poder ayudarles a elegirlos y también fomentaremos el diálogo con ellos
  • Elegir juegos adecuados para su edad
  • Elegir los videojuegos y su contenido a través del etiquetaje y en webs especializadas


¿CUÁL ES EL MEJOR SITIO PARA JUGAR?

IMPORTANTE ELEGIR UN LUGAR ADECUADO PARA EL JUEGO:

  • Instalar el ordenador en un lugar común de la casa favorece el juego compartido, a la vez que así podemos conocer sus gustos e interesarnos por las actividades que realizan,
  • Intentar no utilizar los videojuegos en momentos de convivencia: fiestas, viajes. ..ya que son momentos de relación social
  • Interesarnos por los lugares donde nuestros hijos van a jugar con sus amigos.


¿CUÁNDO ES MEJOR JUGAR?
  • Es importante no pasarse horas y horas jugando, por ello tenemos que hacerles concientes del tiempo que se pasan jugando.
  • Pactar un tiempo de juego limitado, un tiempo largo de juego implica no conocer otras opciones de ocio
  • Tener en cuenta las horas necesarias de descanso
  • Es necesario muchas veces instaurar normas y limites en el tiempo, y así evitar el sedentarismo que comporta


ORIENTACIONES:

  • Interesarnos por lo que hacen y navegar juntos  y así podemos resolver sus dudas fomentar la convivencia.
  • Conocer por donde navegan nuestros hijos y asegurarnos que sepan la importancia de no dar ningún dato personal.
  • Ayudar a los hijos a elegir juegos adecuados.
  • Vigilar cuando se juega de manera obsesiva, y por lo tanto, marcar un tiempo límite de jugar.
  • Informarnos sobre los filtros de acceso a determinados contenidos.
  • Alternar tiempo de juego con otras actividades sociales.
  • Los adultos hemos de marcar pautas y límites  pero intentar no prohibir ya que  no fomenta el diálogo y la comunicación entre los miembros de una familia, sino que es una acción impuesta, fomentemos los pactos y el diálogo.
  • Participa de manera activa en la que realizan nuestros hijos  siempre con respeto y diálogo.


Acudir ao psicólogo infantil, cando e por que.


Acudir al psicólogo infantil, cuándo y por qué
Autoría: Sara Tarrés
Republicado con autorización de: https://www.mamapsicologainfantil.com

En nuestra intensa tarea como padres suelen que surgir determinadas dificultades. Situaciones que no preveíamos y problemáticas que se nos escapan de nuestras manos. Educar no siempre es tan fácil como pensamos. Los niños pasan por distintas etapas que no siempre conocemos ni sabemos afrontar. O bien aparecen complicaciones inesperadas. En ocasiones como éstas acudir al psicólogo infantil puede ayudarnos a resolver nuestros problemas.
Afortunadamente, tomar este camino y buscar ayuda profesional es algo cada vez más frecuente y menos temido. Sin embargo, tal y como he comentado en otras ocasiones, es absolutamente normal que surjan dudas.
Es totalmente normal y razonable que como padres no sepamos con exactitud si nuestros hijos deben o no acudir a terapia. Es totalmente comprensible que te sientas perdido y no sepas dónde ir. Encontrar el profesional adecuado es quizás el punto que suele costar más. En este enlace podrás encontrar algunos si estás buscando un psicólogo en Madrid.
Pero sea donde sea que residas quiero volver a hacer hincapié en las claves para saber si tu hijo debe acudir al psicólogo y cómo la psicología puede beneficiar a toda la familia y a él en particular tanto a nivel escolar como en su día a día.

Cuándo acudir al psicólogo infantil

Si eres de los que me sigues habitualmente sabrás que siempre animo a los padres a buscar ayuda de un psicólogo cuando veas que tu hijo o hija presente alguna de las siguientes características o veas que su forma de actuar no corresponde a su edad.

  • Retrasos en el desarrollo del habla, del lenguaje o en el control de los esfínteres.
  • Problemas de conducta (ira excesiva, rabietas intensas o frecuentes, desobediencia sistemática, agresividad acompañada de mordiscos, patadas, …)
  • Timidez, retraimiento.
  • Desinterés por las actividades con las que antes se lo solía pasar bien.
  • Episodios de tristeza, llanto, depresión.
  • Cambios en el apetito y en el estado de ánimo.
  • Insomnio, pesadillas reiteradas, somnolencia excesiva.
  • Bajo rendimiento escolar.
  • Inatención, hiperactividad, impulsividad.

Por qué acudir al psicólogo infantil

Evidentemente, si tu hija o hijo presenta alguno de los estos “síntomas” o “problemáticas” deberías acudir al psicólogo infantil. Porque sea cual sea la que esté manifestando ésta le está impidiendo funcionar adecuadamente, ya sea a nivel cognitivo, social, emocional, académico y/o familiar.

Cómo va ayudaros acudir al psicólogo infantil

Al acudir al psicólogo infantil estaréis en manos de un profesional experto en el comportamiento y procesos evolutivos (físicos, motores, cognitivos, perceptivos, afectivos y sociales) del niño desde su nacimiento hasta la adolescencia. Es, por tanto, el especialista adecuado para detectar, analizar, evaluar y tratar cualquier situación irregular que presente el desarrollo del niño.
Un profesional, en este caso, que tras hablar con vosotros en una primera visita tratará de determinar el motivo de consulta y valorará el tipo de terapia (individual o colectiva) que sea necesaria en cada caso.
El psicólogo o psicóloga infantil que os atienda es probable que os vaya ofreciendo distintas pautas o orientaciones con las que seguir vuestro día a día. Y ya en las siguientes sesiones, también probablemente os pedirá permiso para administrar ciertas pruebas o test. Estos tiene la finalidad de evaluar a vuestro hijo o hija y establecer un diagnóstico en caso que así lo considere oportuno.

Consideraciones finales

No os voy a decir que todos los casos sean fáciles, sencillos ni rápidos de resolver. No sería honesto por mi parte decir que en pocas sesiones estará todo resuelto. Pero si decides acudir al psicólogo infantil con tu hijo o hija estarás dando el primer paso en el camino adecuado. El que os permitirá vivir con mayor bienestar aunque en ocasiones encontréis dificultades, piedras en el camino o parezca que hay un retroceso.
Ante todo, y ya para finalizar, debéis saber que acudir al psicólogo infantil no es acudir al taller mecánico dónde dejar al niño para que lo “arreglen”. Los psicólogos infantiles no arreglamos niños. Los psicólogos infantiles ayudamos a tratar diferentes problemáticas. ¿Cómo? Ofreciendo a los padres y a los pequeños diferentes estrategias para superar, afrontar o mejorar la situación que les ha llevado a la consulta. De modo que, los padres que toman la decisión de llevar a sus hijos a consulta deben involucrarse en la terapia. Acudir a las sesiones y llevar a cabo las pautas que se recomienden para que el tratamiento sea efectivo.

Por que os diagnósticos na infancia deben escribirse con lapis


Autoría: María Eugenia Daney
Republicado con autorización de: https://www.educapeques.com

¿Por qué los diagnósticos en la infancia deben escribirse con lápiz?: Esta pregunta es la que debe tener en cuenta todo profesional que se relacione, directa o indirectamente, con niños. En este artículo vamos a tratar de responder a esta enigmática pregunta que ha surgido entre diversos profesionales en los últimos tiempos.
“Su hijo tiene TEA (autismo)”, me escribió una mamá muy preocupada hace algunos meses atrás, producto del diagnóstico que un neurólogo había indicado. Esa madre, más allá del dolor y la angustia que sentía, no pudo ver (y el profesional tampoco) que todo diagnóstico no es inamovible en la infancia. Decimos esto puesto que la madre se presentó ante mí con total angustia y desamparo sin siquiera pensar en la posibilidad de un tratamiento pedagógico para su hijo: más bien fue una “etiqueta” en una orden médica lo que la paralizó.
Así como sabemos que todo niño es único e irrepetible, también debemos considerar que todo diagnóstico responde a un momento determinado en la vida de ese niño. La mayoría de las  veces un niños diagnosticado con TDAH, TEA, dislexia, etc no encuadra perfectamente en un diagnóstico indicado en un manual. Esto quiere decir que es el profesional calificado el que debe tener en cuenta cada aspecto de la vida de ese niño para evitar caer en un diagnóstico erróneo.

¿Por qué los diagnósticos en la infancia deben escribirse con lápiz?

Consecuencias de un diagnostico inamovible en los niños

  • Sobre-medicalización y patologización en la infancia.
  • Falta de solución correcta por carecer de visión global de la patología y de los cambios en el niño. Un profesional puede recibir en el consultorio a una niña que, por ejemplo, puede tener un aparente problema de aprendizaje pero que, al ser evaluada por una pedagoga correctamente, se detecte que el problema de aprendizaje oculta un maltrato en el hogar (o incluso abuso, por solo dar un ejemplo). Entonces, nunca un diagnóstico debe limitarse a la interpretación de un profesional de modo aislado. Por el contrario, el trabajo inter y multidisciplinario debe llevarse a cabo y a cada momento del diagnóstico y posterior tratamiento.
  • Diagnosticar según los trastornos “de moda”. A veces, un trastorno se vuelve “corriente” y muchos profesionales de diferentes ramas finalizan por diagnosticar a muchos niños sesgados por un trastorno “de moda”. Hace algunas décadas atrás fue el caso de los niños con autismo (que hoy llamamos TEA), actualmente se intenta tildar a muchos niños de TDAH cuando en realidad no lo son.
  • La etiqueta que recibe un niño diagnosticado le indicará que “ese niño tiene TEA, TDAH, Dislexia, etc” y no que ese niño tiene una dificultad que se puede solucionar de múltiples formas con los profesionales adecuados. En otras palabras, será su entorno quien diga “X niño tiene TEA (etiquetándolo con el trastorno)” y no se tenga en cuenta que ese niño tiene ciertas dificultades y otras capacidades.

Niños mal diagnosticados es sinónimo de niños con problemas no resueltos que se convertirán en adultos con algún tipo de inadaptación, incomprensión o problemas que arrastren a lo largo de su vida y sin solución.

¿En qué medida los diagnósticos inamovibles afectan la tarea docente?

Los docentes son, a menudo, los más expuestos a caer en diagnósticos inamovibles. Algunas frases para poder reconocer si nosotros mismos hemos caído en este tipo de trampas sociales son:

  • “Este niño no aprende de ninguna manera. Debe tener algún retraso o discapacidad intelectual”.
  • “¡Aún no sabe sumar! Ya no sé qué hacer con este niño”.
  • “No se queda quieto en ningún momento. Debe tener algún problema de atención”
  • “El pedagogo me ha dicho que X tiene autismo, así que debo tomar las medidas necesarias para un niño con este trastorno”.

Estos son sólo ejemplos de que hemos caído en un diagnostico o etiqueta inamovible y que podemos, indirecta e inconscientemente dañar al niño con nuestro comportamiento.
En una sociedad en constante y acelerado cambio, todo profesional que se relacione con niños debe tener en cuenta que, ningún diagnóstico debe ser inamovible en la infancia. Pero ¿Cómo hacemos esto?

¿Cómo evitar caer en los diagnósticos
en la infancia inamovibles?

  • Capacitación constante. Todo profesional (maestros, auxiliares, profesores, psicomotricistas, psicólogos, etc) debe continuar su formación de manera constante. Estancarse en “lo ya aprendido” solamente perjudicará a los niños, indistintamente del rol que se ocupe en la relación con los niños y su educación.
  • No dar nada por supuesto. A veces un niño puede tener características de padecer algún problema o trastorno pero es erróneo dar respuestas aceleradas sobre lo que ese niño tiene o padece sin antes consultar a otros profesionales que tengan (por su propia formación profesional) una mirada diferente sobre el niño.
  • Tener en cuenta el contexto del niño. Siempre se debe tener en cuenta que todo niño presenta cambios en relación al contexto en el que vive (sociedad, familia, país,etc) así como también se debe considerar los cambios internos del niño: cambios hormonales, psíquicos, físicos, etc.
  • No considerar de modo absoluto ni siquiera los diagnósticos. Debemos utilizar el sentido crítico y la observación para evitar caer (nuevamente) en el error.


Carencias afectivas en nenos e nenas


Republicado con autorización de: https://www.escuelaenlanube.com

Las carencias afectivas en los niños es un problema que si se prolonga, puede convertirse en un trastorno o síndrome, con consecuencias terribles por las que ningún niño debería atravesar, y aunque no hay una guía exacta que os permita determinar cuándo un pequeño atraviesa por esta situación, si podéis tener en cuenta ciertas señales para actuar de forma oportuna.

Qué son las carencias afectivas en los niños

Durante los primeros años de vida, todos necesitamos de caricias y afecto para poder estimular adecuadamente el crecimiento y para que la maduración cerebral se dé de forma correcta.
Cuando un niño carece de afecto, el desarrollo neuronal no se completa de la forma adecuada, así que debéis tener claro, que no es necesario únicamente darle de comer a un bebe para que este crezca sano, sino que transmitirle cariño y afecto, es completamente necesario para que tengan un completo desarrollo, tanto afectivamente, como física y mentalmente.
También es importante que tengáis presente, que no solo aquellos pequeños que atraviesan por situaciones extremas como el maltrato, el abandono, la negligencia, divorcios traumáticos o largos periodos de hospitalización, son los que padecen de carencia afectiva.
Hoy en día, las largas jornadas laborales, y el poco tiempo para compartir en familia, hacen que muchos niños crezcan con carencias afectivas.
Son muchísimos niños quienes pasan largas horas viendo televisión, o jugando en el ordenador, y que no tienen la suficiente interacción social y contacto afectivo, que poco a poco hacen que los pequeños se acostumbren a un mundo más virtualizado y dejen de lado las relaciones humanas.

5 Síntomas para determinar
las carencias afectivas en los niños

  1. Si a un niño se le hace difícil controlar sus impulsos, responde de forma agresiva frente a un gran número de situaciones y si tiene unos cambios fuertes con respecto a su conducta, entonces debéis estar alerta, pues estas son señales que pueden indicar que el pequeño necesite de una guía y afecto constantes.
  2. Si el niño desconfía de todo y todos también puede ser una alerta de carencia afectiva.
  3. En caso de que a un niño le cueste desarrollar sus habilidades sociales y la comunicación sea deficiente, puede estar carente de afecto.
  4. Si el pequeño tienen déficit de atención.
  5. Si el niño tiene problemas para expresar sus sentimientos y para manejarlos de forma adecuada.
Si un niño crece con estos problemas y no se actúa para contrarrestarlos, entonces los síntomas puede darse hasta la edad adulta, y convertirse en personas emocionalmente dependiente de otras, con falta de habilidades comunicativas e incluso manejar un egocentrismo que no les permita interactuar de forma sana con la sociedad.

Así que es importante si detectáis algunos de estos síntomas en un niño, actuéis de forma oportuna, le deis el afecto y el apoyo necesarios para que pueda integrarse a la sociedad de forma correcta y consiga desarrollar sus habilidades sociales y comunicativas de la mejor manera y así afrontar de forma correcta la carencia afectiva en los niños.

Ensinar aos nosos fillos a ser ordenados


Autoría: Victoria Montoro
Republicada con autorización de: https://www.psicologosantacoloma.es

El orden es esencial para el aprendizaje y el desarrollo de todas las personas pero sobre todo de los más pequeños.

Ser ordenado genera seguridad, ayuda a organizarse y organizar los aprendizajes y conocimientos que vamos adquiriendo día a día y ayuda a entenderlos.
Desde bien pequeños sería ideal enseñarles a ser ordenados, pero...


¿Cómo lo podemos hacer?

  • Realizar un horario para los hábitos diarios: higiene, sueño, comidas que sea igual para todos los días aunque haya cierta flexibilidad en periodos vacacionales o fin de semanas.
  • A ser posible sería bueno que cada miembro de la familia tenga un espacio personal y que cada uno sepa cuál es su lugar. Su trozo de armario, sus cajones para la ropa, para los juguetes, donde jugar y guardar sus cosas personales.
  • Según la edad, pero sobre todo para los más pequeños es importante que todo lo imprescindible esté a su altura y que puedan llegar a ello y así no necesitará la ayuda de sus padres o hermano mayor para cogerlo y fomentaremos la autonomía
  • Ordenar los juguetes y las cosas personales siempre en un mismo lugar y en un orden lógico
  • Todos los miembros de la familia deberían realizar alguna tarea del hogar adaptada a su edad.
  • Enseñar a guardar también es imprescindible, es decir, siempre que cambiemos de actividad deberíamos guardar lo que se ha realizado primero.
  • niños ordenando los juguetesPara los hijos los padres somos un modelos a seguir, por eso es importante que si queremos enseñarles a ser ordenados, hemos de serlo nosotros mismos también ya que ellos repetirán lo que nosotros hagamos. Por ello debemos enseñarles como recogemos la mesa, hacemos la cama, mantenemos el orden de nuestra habitación,    etc.

Para todo ello es necesario establecer horarios y rutinas para fomentar los hábitos. Los niños necesitan saber que va a pasar después ya que esto genera seguridad en ellos. Es decir establecer un tiempo para las comidas, para el juego y el sueño entre otros.
El orden establecido genera autonomía ya que saber dónde cada uno guarda y tiene sus pertenencias propicia que ellos solos puedan llegar a ellos y no tengan que pedir ayuda constantemente.

Y sobre todo felicita a tu hijo a cada muestra que veamos de va siendo más ordenado y responsable.

Se tes un fillo de altas capacidades...


Autoría: Javier Portillo
Artículo publicado en ElPaís el 8 de febrero de 2019

“Si tienes un hijo con altas capacidades, no te queda más remedio que cambiar tu modelo de autoridad”

Los psicólogos Olga Carmona y Alejandro Busto reprochan al sistema educativo su incapacidad para detectar y alentar el desarrollo de los niños con sobredotación

La psicología era su segunda opción. Y aun así le han dedicado los últimos 20 años de su vida. Olga Carmona y Alejandro Busto estudiaron en la UNED y se conocieron en el primer congreso de psicología por Internet que se hizo en Barcelona. “El debate entonces era si se podría llegar a hacer terapia en la red, cosa que hoy hacemos”, cuenta Busto riéndose. Después, en el año 2000, llegó Ceibe, el centro de psicología en el que atienden a los padres desconcertados por el diagnóstico de alta capacidad de su hijo, donde les orientan para superar “el miedo” que les da la detección. “No lo viven de un modo optimista, a pesar de que lo que les estamos diciendo es que sus hijos tienen un gran potencial”. Esa y otras enseñanzas las han plasmado en El genio que llevas dentro (Ediciones B), un libro con el que han querido romper el paradigma de la inteligencia académica como la única relevante. “Queremos que los padres empiecen a ver a sus hijos desde un lugar más sano a través del conocimiento de las inteligencias múltiples”, comenta Carmona. Y avisan: “Todos los niños las tienen en mayor o menor medida”.
Esta pareja con dos hijos de altas capacidades pretende desterrar la idea de que “un niño que académicamente no es bueno no es inteligente”. Y quiere que padres e hijos descubran que se puede ser listo de múltiples maneras. Hay hasta ocho, según apuntó en 1983 el psicólogo Howard Gardner de la Universidad de Harvard. La inteligencia espacial, la musical, la corporal, la interpersonal, la lingüística, la lógico-matemática, la naturalista y la intrapersonal. “Y todas están bien, no hay ninguna mejor que otra”, cuenta Carmona. “Parece que los niños que son buenos músicos o buenos deportistas no son inteligentes, y lo son, aunque de otra manera”. No querían que el libro “fuera un tostón”, por eso apostaron por reinos, metáforas, juegos y referentes como Leo Messi o Jane Goodall para que padres e hijos recorran juntos el camino de las inteligencias múltiples.

El problema viene con la gestión de las altas capacidades. Según estos psicólogos, los menores que las tienen ya saben desde muy pronto que son diferentes, porque “se dan cuenta de que sus intereses no tienen nada que ver con los del resto”. Y en ese punto, avisan, es importante que los padres sean capaces de decirle qué es exactamente lo que le está pasando, “porque, si no, lo entienden como algo malo. Pueden llegar a decir que están enfermos porque les interesan los dinosaurios y no pueden dejar de pensar en ellos”.
Los padres también tienen que reeducarse, porque piensan que cuando su hijo ingresa en la alta capacidad su educación “está hecha” y exigen sobresalientes. Pero esas notas, sostienen, “dependen del sistema educativo, del tipo de examen y hasta de que le interese la materia o no al crío”. Por eso, siguen, los padres tienen que cambiar el paradigma. “Si tienes un hijo con alta capacidad no te queda más remedio que cambiar tu modelo de autoridad”. Ambos han constatado en estos años la desesperación que alcanzan algunos. "Llegan y te dicen: nada funciona. Los premios no sirven. Los castigos tampoco. No hay nada de lo que yo sé hacer o de lo que a mí me han enseñado hacer que funcione”.
Y a los profesores, cuentan, tampoco se les ha enseñado a manejar esto. “Solo identifican como sobredotados a quienes obtienen sobresalientes, pero estos no son el prototipo. El superdotado es un cuestionador, Y claro, los profesores viven eso como un desafío a su autoridad. Además, les hacen caer en inseguridades”. Carmona y Busto lamentan que la respuesta de los centros educativos a la superdotación sea, por norma general, “horrorosa”, y que esta vaya “desde me da igual, a la negación: ‘No, no tiene altas capacidades por más que le ponga en el informe’”. Ambos se quejan de que “un niño pueda ser alta capacidad en Murcia y no en Madrid, porque los criterios de detección son distintos”.
Carmona y Busto, que esperan una revolución en la forma de enseñar, quieren que el modelo educativo se sensibilice y permita integrar las necesidades de este tipo de alumnos. “Sabemos que en el Ministerio de Educación hay un grupo de profesionales muy sensibilizados. No solo con las altas capacidades, sino con la competencia general”. Ambos autores han escudriñado cuáles van a ser las competencias del siglo XXI que se van a tener que adquirir en la escuela. Y sostienen que muchas de ellas no están ligadas para nada a las enseñanzas tradicionales. “Estamos educando a niños del siglo XXI en una escuela del siglo XX con metodología del siglo XIX”, zanja Carmona.

O meu fillo é homosexual. Como apoialo.

Autoría: Úrsula Perona (Psicóloga infantil, colaboradora de Sapos y Princesas)

La adolescencia es ese momento de cambios en el que los jóvenes descubren su identidad sexual. En algunos casos el niño se identifica como homosexual y esto puede generar una serie de angustias o dificultades tanto para el joven como para el entorno, pero no hay de qué preocuparse.

La homosexualidad es la orientación sexual que manifiesta una interacción y atracción física y emocional hacia individuos del mismo sexo. Este descubrimiento no sólo es importante para el niño o adolescente, también lo es para los padres pues descubren que tienen un hijo gay o una hija lesbiana. Ante esta situación surgen innumerables preguntas cuyas respuestas varían en función de diferentes aspectos como las creencias religiosas, ideales fuertemente arraigados sobre la familia tradicional o, quizá, el miedo a lo que les pueda pasar en la escuela.

“Mi hijo es homosexual”: Preguntas más frecuentes de los padres

¿He hecho algo mal?
Es una pregunta habitual, sin embargo, que un hijo sea homosexual no es nada malo. Nadie sabe cuáles son las causas de los diferentes tipos de sexualidad pero, a día de hoy, es más que normal que una persona descubra abiertamente su orientación sin ningún tipo de tabú y en nuestra mano está normalizarlo.

¿Lo pasará mal en su vida?, ¿repercutirá a la hora de encontrar trabajo, ¿sufrirá agresiones en la escuela?
Afortunadamente la homosexualidad está cada vez más aceptada en nuestra sociedad, pero cabe la posibilidad de que esto ocurra. Todo va a depender de dónde elija vivir, cómo sea el ámbito que le rodea y cómo se comporte. Es importante que los padres mediante el amor y la confianza hagamos que los menores se encuentren seguros y apoyados en casa, eso les ayudará a afrontar con mayor confianza y seguridad en sí mismo cualquier problema que surja a raíz de su condición sexual.

¿Se lo decimos a la familia y amigos?
Siempre está el típico miembro o amigo de la familia que pregunta a los jóvenes por sus parejas y, generalmente, se hacen estas cuestiones con connotaciones heterosexuales. Es normal que nos planteemos hablar con nuestro círculo sobre el tema, pero antes de contarlo deberíamos aceptarlo nosotros mismos y, por supuesto, tener el permiso de nuestros hijos para tratarlo con otra gente.

¿Qué deben hacer los padres cuando se enteran?

1. No estás solo
Como padres, debemos demostrar a nuestro hijo que estamos a su lado y que tiene nuestro apoyo incondicional. Existen numerosos recursos que nos ayudarán a encaminarnos hacia el entendimiento y la aceptación, como por ejemplo grupos de familiares en la web.

2. Reconoce la fortaleza y el valor de reconocer su homosexualidad
Asumir la sexualidad y contárselo a los padres requiere un gran esfuerzo por parte del adolescente. Depende de nosotros responder con valor, compromiso y amor. Si nos enteramos de su orientación por otra fuente hay que evitar confrontarlo y darle su espacio para que encuentre su momento.

3. Tu apoyo es muy importante
La reacción de los padres a su orientación o identidad de género tendrá un impacto significativo en sus vidas. Los jóvenes rechazados por su familia están en mayor riesgo de sufrir depresión, abuso de sustancias o, incluso, suicidio.

4. Da la cara por tu hijo si lo molestan fuera del hogar
Puede ocurrir que fuera del hogar sufra algún tipo de acoso a raíz de su orientación sexual. Nosotros como adultos no podemos consentir que esto ocurra y deberemos tomar las medidas necesarias y acudir a quien haga falta. Aseguremos a nuestros hijos que estamos de su lado.

5. La homosexualidad no es pecado
Hay que reconciliar la situación con nuestras creencias religiosas. Algunas iglesias cristianas han dejado de considerarlo como pecado y, de hecho, el propio Papa Francisco ha expresado abiertamente su aceptación hacia la población LGTBI.

6. No trates de cambiar la orientación sexual de tu hijo o hija
La homosexualidad no es antinatural ni opcional. Según la Asociación Americana de Psicología (A.P.A), una de cada 10 personas es homosexual y no eligen su condición. Los expertos en salud mental alertan sobre el riesgo que conllevan las terapias de conversión, son ineficaces, inmorales y conducen a la depresión, por lo que no son una opción.

La orientación sexual de tu hijo forma parte de su identidad, por lo que debe ser respetada y aceptada incondicionalmente. Si es algo que te genera malestar o incertidumbre, busca asesoramiento y trabaja esos aspectos en ti mismo, no le traslades tus temores o rechazo. Él merece lo mejor de sus padres y, eso, es su aceptación y apoyo incondicional.

5 Consellos para enganchar á lectura ao teu fillo/a adolescente.






¿Estás preocupado porque tus hijos adolescentes no leen o no lo hacen habitualmente? No te agobies. Una de las grandes preocupaciones de la mayoría los padres es que no pueden enganchar a la lectura a los niños. Aunque cuando son pequeños suelen disfrutar con la literatura, al cumplir los 12 o 13 años muchos dejan de leer. Una de las mejores estrategias para lograr que se aficionen a este hábito es que disfruten leyendo desde pequeños o probar otros formatos como los audiolibros.

Los jóvenes lo sienten como una obligación. Por ejemplo para muchos estudiantes de Bachillerato “leer se asocia a los libros de lectura obligada en la materia de lengua, generalmente obras literarias y sobre las cuales deben realizar un trabajo, como señala Jesús Contreras en su análisis Leer en tiempos modernos: adolescentes y jóvenes profesionales frente a la lectura.

La clave para que un niño adquiera esta costumbre es que la elección del libro sea la adecuada y el formato sea entretenido para él. Debe fomentar interés, ilusión y, por supuesto, una buena trama siempre cautivará a los más exigentes.

5 Consejos para enganchar a la lectura

1. Elige el formato adecuado
Este hábito después de los años de educación se ha convertido en una obligación más que en un placer.  Además en la actualidad debe competir con otras aficiones en el tiempo de ocio como las actividades extraescolares, el uso de tabletas o el de teléfonos móviles. Los audiolibros de Storytel permiten adquirir los beneficios de leer como un enriquecimiento del vocabulario o el desarrollo de la capacidad de concentración y comprensión.

La aplicación incluye cientos de títulos en castellano para lectores infantiles y juveniles.Si todavía tus hijos no lo han probado, este es el momento, pues la aplicación ofrece el servicio de prueba de suscripción gratuita durante 14 días. ¿A qué esperas?

Otra buena idea es acudir con ellos a la biblioteca o librería de vuestro barrio o localidad y dejarles que elijan aquellos que más les gusten.

2. Respeta su capacidad lectora
Los adolescentes deben encontrar narraciones que les interesen pero que además estén adaptadas a su edad. Un niño de doce años difícilmente podrá leer libros pautados para chicos de 14  o 16 años. Sigue las indicaciones de las editoriales o de los bibliotecarios a la hora de buscar narraciones. Si no les gusta o no lo entienden, seguro que lo dejarán y esta experiencia negativa le desanimará a la hora de comenzar a adentrarse en otras historias.

3. Busca libros adecuados
Para enganchar a la lectura a los jóvenes, las obras tienen que interesarles desde la portada. Deben sentirse atraídos por una historia que tenga alguna conexión con su vida. Si le gustan los deportes o las aventuras, busca algunos relacionados con estas temáticas. También puede ser una buena idea elegir otros que les ayuden a sobrellevar momentos decisivos de su vida como la pérdida de un ser querido o un enfado con su mejor amigo. No debemos imponerles algo que no les va a cautivar.

4. No prohibir lecturas
Los hijos siempre sienten una gran atracción sobre aquello que les vetan sus padres. Prohibirles su lectura no suele resultar una buena decisión porque intentarán hacerlo a escondidas. Lo mejor es dejarles leer diez páginas y que nos cuenten lo que han leído.

5. Una actividad familiar
A los niños les encanta desde pequeños que leamos con ellos. Ya sea antes de dormir o en otro rato tranquilo, disfrutarán de estos momentos mágicos. Cuando son prelectores les ayuda a ir teniendo contacto con los libros. A los seis o siete años cuando ya empiezan a tener competencia lectora podemos sentarnos a su lado e intentar que nos vayan contando lo que han entendido. Si notan que nos interesamos, se irán poco a poco aficionando hasta que se convierta en un placer solitario en la adolescencia. Además si ven a sus padres leyendo, intentarán imitar su ejemplo. ¡Conviértelo en una actividad familiar para enganchar a la lectura a tus hijos!