Curso de primeiros auxilios para nais e pais

“CURSO PRIMEROS AUXILIOS
BEBÉS Y NIÑOS”


CURSO DEL PLAN ESVAP, PLAN NACIONAL DE RCP, PERTENECIENTE A LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE MEDICINA FAMILIAR Y COMUNITARIA (SEMFYC) 




LUGAR: SALÓN DE ACTOS COLEGIO DIVINO SALVADOR
FECHAS: Miércoles 3 y viernes 5 de mayo
HORARIO: de  15 a 17 horas  
COSTE: 5 EUR NO SOCIOS / 3 EUR SOCIOS  -  (A pagar en Secretaría)

OBJETIVOS:
- Capacitar a los padres y madres para saber reaccionar y atender un accidente hasta que lleguen los servicios de emergencia.
- Capacitar a los padres y madres en técnicas de soporte vital básico que garanticen la supervivencia del niño accidentado.

Metodología: Clase totalmente práctica con apoyo teórico.


OBJETIVOS:
- Capacitar a los padres y madres para saber reaccionar y atender un accidente hasta que lleguen los servicios de emergencia.
- Capacitar a los padres y madres en técnicas de soporte vital básico que garanticen la supervivencia del niño accidentado.

Metodología: Clase totalmente práctica con apoyo teórico.


Con diploma oficial al superar el curso. Curso acreditado por la SOCIEDAD ESPAÑOLA DE MEDICINA DE FAMILIA Y COMUNITARIA
- Horas de formación para el SERGAS -


PLAZAS LIMITADAS.

INTERESADOS/AS, INSCRIBIRSE ANTES DEL  MARTES 2 DE MAYO MANDANDO CORREO ELECTRÓNICO A anpadivino@gmail.com, Whatsapp, o anotándose en Secretaría.

APORTANDO: Nombre y apellidos, DNI, dirección y teléfono. (Para el diploma del curso)

- Para la selección de los alumnos se seguirá el orden de preinscripción.
- No se devuelve el importe si no se asiste al curso, pero se puede cambiar de alumno notificándolo con tiempo.
- Coste 5 euros NO SOCIOS DEL ANPA
- Coste 3 euros SOCIOS DEL ANPA
El abono del curso se realizará en Secretaría del Colegio. Fecha límite 2 de MAYO


Captain Fantastic

Hoxe queremos recomendar unha película: Captain Fantastic, escrita e dirixida por Matt Ross. Esta cinta fálanos de Ben (Viggo Mortensen), un home que pasou dez anos vivindo nos bosques do noroeste de Estados Unidos criando aos seus seis fillos. Unha película que nos fala precisamente diso, de como criamos aos nosos cativos e mesmo de como queremos vivir a vida. Unha película optimista, vital e tenra para pensar un pouquiño. Non a perdades.




O teu fillo non soña con Disneyworld

Republicado con autorización de: http://www.solohijos.com
Autoría: Elena Roger Gamir (pedagoga )

Ayer paseaba por la calle y vi como una madre estiraba bruscamente de la manita a su hijo porque no quería sentarse en su cochecito. Lo cogió por las axilas y lo empotró en el cochecito, con una expresiva cara de “estoy de ti hasta las narices y más allá”.
No sé si esto es una excepción o si es la manera de funcionar de esta madre. Si me hubiera acercado, (además de decirme que esto no era de mi incumbencia y que me fuera a molestar a otra madre, lo cual sería muy lógico porque efectivamente no sería de mi incumbencia) me habría dicho que ella no le ha pegado, ni le ha gritado ni le ha insultado. Efectivamente.
Todos sabemos como adultos, porque lo hemos sentido en nuestras carnes, que no hace falta pegar o insultar para herir. Con los niños pasa igual.
Si esta madre funciona así en casa, dejándose llevar por sus emociones, por su cansancio o por el estrés, este niño entenderá en muchas ocasiones que es una carga, que molesta y que no es como a sus padres les gustaría que fuera. Habrá ocasiones, por supuesto, que también se sentirá valorado y apreciado pero la balanza emocional de los niños pequeños es muy sensible y pesan mucho los desprecios. A veces, no lo compensan los abrazos…no todo se arregla con abrazos.

La ausencia de ternura también duele.

Antes de intervenir con tu hijo, y precisamente en los momentos de fatiga emocional, párate a pensar 3 segundos. Quizás la primera alternativa que has pensado no es la mejor para él. Generalmente, la primera, es tu propio desfogue emocional pero no la mejor estrategia educativa.
No solo duelen los gritos o los insultos. La falta de ternura también duele. Mucho. Y educar sin ternura es educar a medio gas.
Antes de intervenir pregúntate que quieres que tu hijo aprenda con tu intervención. O qué quieres modificar en él. La respuesta te ayudará a retomar el control.

Si mi objetivo es que mi hijo crezca con seguridad y autoestima, no puedo agarrarlo de las axilas con cara de hastío y hundirlo en su cochecito como si fuera un saco de patatas. Puedo cogerlo por las axilas con cariño, al menos con una sonrisa, y sentarlo en su sillita mientras lo distraigo y le explico el asombroso cuento que le tengo preparado para cuando se vaya a la cama.

Como traballar a autosuficiencia

Republicado con autorización de: http://www.educapeques.com

Autoría: Katty Gutierrez


Enseñar a ser autosuficientes a los niños quizás nos suene como algo lejano, sobre todo a quienes tenemos hijos pequeños, algo que tendría que empezar a preocuparnos cuando lleguen a la adolescencia (que también se nos antoja muy lejano), pero nada de eso.

La autosuficiencia en los niños es algo que tenemos que ir forjando desde que son muy pequeños y no es otra cosa que aprender habilidades de la vida cotidiana y de cuidado personal.
Los padres que han trabajado la autosuficiencia en sus hijos, suelen ser niños más seguros y confiados. Niños que saben hacer las cosas y saben cuidar de sí mismos.
Trabajar en la autosuficiencia de los niños también les ayuda a afrontar con éxito las primeras salidas de casa “lejos de los padres” y en un futuro, les allana el camino hacia la transición del mundo adulto.
Algo, que en nuestro país, no siempre tomamos en cuenta y puede convertirse en un factor limitante ¿Quién no conoce adultos de veintitantos años (o más) que viven con los padres y no recogen ni su plato? o personas que se independizan o empiezan a convivir en pareja y descubren que tienen serios problemas para conducirse de manera autónoma.
Lo curioso es que, quienes tenemos niños, sabemos que desde muy pequeños ellos intentan hacer las cosas por sí mismos y que tienen un deseo natural por aprender, es decir, en su fuero interno los niños buscan ser autosuficientes, ya que, esto les hace sentir capaces, más seguros y preparados para afrontar retos cada vez más grandes.

¿Por qué entonces es común ver niños a partir de cuatro años o jovencitos sumamente dependientes y demandantes de los padres?

¿Qué sucede para coartar el interés del niño por ser autosuficiente?
Desde mi punto de vista, los padres somos un factor clave para motivar o por el contrario, destruir el interés por aprender a hacer las cosas por sí mismos.
Y se me ocurren algunas “buenas” razones que hacemos los padres, que sin darnos cuenta, van apagando el deseo de ayudar en los niños y lograr hacer las cosas por sí mismos.

Ejemplos de actitudes de los padres que coartan la autosuficiencia en los niños:

  • Intentar demostrar nuestro amor haciendo las cosas por ellos.
  • Solemos ir siempre con tanta “prisa” que terminamos antes si hacemos las cosas por ellos.
  • Enseñar y corregir implica tener mucha paciencia y no siempre la tenemos.
  • Requiere de nuestro tiempo y atención y no siempre estamos dispuestos a dárselas.
  • Subestimamos sus capacidades e interés y lo dejamos para más adelante “cuando sea mayor”.


Enseñarles a ser autosuficientes es importante tanto para su autoestima como para el buen desenvolvimiento en la vida, por ello, te muestro cinco maneras de trabajar con ellos la autosuficiencia.


 5 maneras de trabajar la autosuficiencia en los niños

1. Enséñales a hacer las cosas, mientras les resulte interesante aprenderlas.

Los niños sienten una curiosidad natural sobre todo cuando la actividad les resulta difícil y quieren intentarlo por ellos mismos. Los pequeños quieren ayudarnos a poner la lavadora, nos quitan la escoba para querer barrer, intentan ponerse el champo cuando se están bañando, son imitadores natos. En lugar de apartarlo y decirle que no sabe, podemos aprovechar cualquier momento de interés en una tarea doméstica para mostrarle con mucha paciencia cómo se hace. Para ellos es un juego, luego con el paso del tiempo irán perfeccionando la técnica.

2. Planificar con antelación ¿Qué habilidades o tareas prácticas debería de saber?

Nos resulta difícil plantearnos que un día nuestros hijos crecerán y se independizarán del hogar familiar. Quizás más de alguno nos encontramos con dificultades el día que salimos del “nido.” Por eso no es ninguna tontería pensar desde ahora ¿Qué habilidades básicas necesitará mi hijo saber? ¿Cómo puede ir adquiriéndolas?.
A corto plazo, podemos pensar ¿Qué me gustaría que mi hijo supiera si estuviera en casa de un familiar o fuera de casa alguna temporada?
Por ejemplo: que sepa asearse solo, escoger su ropa, llevar un orden, ayudar en ciertas labores.
Podemos tener una lista, incluso un plan para mostrarle cuáles habilidades prácticas puede aprender en casa.

3. Desglosa las tareas domésticas en etapas que ayuden a los niños a aprenderlas fácilmente.

Cuando hacemos las cosas muy frecuente, las realizamos de manera muy mecánica y no percibimos los pasos que tenemos que llevar a cabo. Para un niño, no hay nada más sencillo como dividir una tarea grande en otras más pequeñas y aprenderlas de manera escalonada.
¿Cuáles son los pasos para hacer una cama? ¿Cómo se dobla un jersey paso a paso? ¿Cuántos movimientos tienen que hacer para lavar bien los dientes?
Entre más específicos y metódicos sean cada uno de los pasos, más fácil les resultará aprender a hacer la tarea.

4. Confiar que serán capaces de hacerlo.

Cuando son pequeños y tienen interés en hacer las cosas “yo solito” creemos que son incapaces de hacerlo, pero cuando crecen y tienen que hacerlas por “obligación” nos encontramos una gran oposición de su parte. Entonces empezamos a presionar, a criticar o avergonzarlos por su incapacidad para hacer las cosas.
Los niños pueden percibir el pensamiento de los padres y si pensamos : “no es capaz” “que mal hace las cosas” o “es un vago”, lo expresemos o no, estamos generando indefensión en ellos.
Tomemos conciencia de lo que pensamos acerca de nuestros hijos y aprendamos a confiar en que tenga la edad que tenga, un día aprenderá a hacerlo bien, si lo practica y le ayudamos a hacerlo.

5. Demuéstrale cuánto valoras sus esfuerzos para intentar que todo marche sobre ruedas.

Para que el niño tenga interés por aprender y perfeccionar una tarea, la clave está en saber reforzar y valorar cada pequeño esfuerzo. Quizás no logre hacer bien las tareas, pero podemos fijarnos en pequeños detalles que han estado bien y animarlo a que continúe practicando.

No podemos enseñar desde casa todas las habilidades que les serán necesarias para enfrentarse a la vida con éxito, pero conseguir que sean personas autosuficientes, es un buen paso para adquirir seguridad en sí mismos y facilitarles el camino, sea cuál sea que ellos tomen.

13 autoinstrucións imprescindibles para ensinar ao teu fillo/a a tomar boas decisións

Republicado con autorización de: http://www.solohijos.com

Autoría: Elena Roger Gamir (pedagoga )



La primera autoinstucción que debemos enseñar a nuestros hijos es “Me paro y pienso, no hay prisa”.

Según el mapa mental de nuestros hijos, cuando se enfrentan a un problema, pueden actuar de dos maneras: reaccionando o respondiendo.
Si ante un estímulo reaccionan sin pausa ni reflexión previa, generalmente la decisión que tomen será la más fácil, rápida y cómoda para ellos, sin sopesar consecuencias ni la ecología emocional de la misma.
En este caso habrán utilizado un pensamiento egocéntrico, que acabará posiblemente “echando la culpa a los demás” y no asumiendo su parte de responsabilidad si dicha decisión no fue la más efectiva.
Si nuestros hijos ante un estímulo se toman un tiempo para pensar, definen el problema y evalúan alternativas, ya no estarán reaccionando a dicho estímulo sino respondiendo de forma reflexiva. Tendrán la capacidad y el tiempo necesario para hacerse las preguntas resolutivas adecuadas.

¿Cómo les ayudamos a que se paren y piensen antes de tomar una decisión?

A través de las AUTOINSTRUCCIONES.

Cuando te enfrentas a un desafío o a una tarea, tu mente se activa y comienza a “hablar consigo misma” de manera interna. Comienzas a decirte lo que debes hacer y qué aspectos debes tener en cuenta para desarrollar la mejor acción posible. El pensamiento y el lenguaje actúan como reguladores de tus acciones.
Por ejemplo, has pasado la tarde en la biblioteca y al llegar a casa te has dado cuenta de que ya no tienes el móvil. De forma automática piensas “volveré a la biblioteca porque fue el último lugar donde lo utilicé”.
Pero a veces no utilizamos bien nuestro diálogo interior y reaccionamos impulsivamente. Cuando detectas que no tienes el móvil, puedes pensar automáticamente que “ya me lo han robado” sintiéndote indefensa e impidiendo focalizarte en la vuelta a la biblioteca. O puedes pensar que “la culpa la tiene tu hija por la tarde que te ha dado” , focalizándote en la búsqueda de culpables más que de estrategias resolutivas.

A nuestros hijos les pasa lo mismo. Estas autoinstrucciones pretenden enseñarles a utilizar verbalizaciones correctas, las que les acercan a las soluciones más eficientes, las que les hacen sentirse bien en su proceso de pensamiento y con las consecuencias del mismo.

13 autoinstrucciones imprescindibles que debe darse tu hijo antes de tomar una decisión

Acostumbra a tu hijo a que ante cualquier tarea o desafío se pare y piense. Que se autocuestione el problema, sus estrategias y su actitud. Para ello, sé modelo y verbaliza en voz alta tu proceso de pensamiento cada vez que te enfrentes a una toma de decisiones. Puede ser en cientos de situaciones cotidianas, desde hacer un pastel hasta revisando el cambio en una tienda.

  • Miro atentamente y me tomo mi tiempo. ¿He visto todos los detalles? ¿Me he fijado en todo lo importante?
  • ¿Qué puedo decir sobre lo que veo?
  • ¿Qué estoy buscando?
  • ¿Qué pienso que está sucediendo?
  • ¿Por qué pienso esto?
  • Lo que voy a hacer o decir, ¿es lo mejor para solucionar este problema?
  • ¿Seguro que no hay una estrategia mejor que la que he tomado para resolver esta situación?
  • Estoy ante un desafío, debo tomarme mi tiempo para pensar.
  • Confío en mí mismo porque ya estuve antes en una situación parecida y aprendí la lección
  • Esto es nuevo para mí, por eso debo pararme a pensar antes de actuar.
  • ¿En qué se parece esta situación a otra que ya haya vivido antes? ¿En qué se diferencia?
  • Estoy tranquilo porque si me equivoco, aprenderé de mi error.
  • Puede que lo consiga o puede que no pero es divertido intentarlo.

13 autoinstrucciones geniales que puedes enseñar a tus hijos a través de tu ejemplo: cuando te encuentres ante una toma de decisiones, verbaliza tu proceso de pensamiento y tus autoinstrucciones.