Ofrecemos este artigo coa autorización da autora.
En la escuela nos dicen…
…que nuestros hijos tienen que hacer deporte todos los días; y merendar bien, suficiente y sano. Y cenar. Por las mañanas, desayunar bien antes de salir de casa. Que tienen que ser aseados, ducharse y no olvidarse de lavarse los dientes; que tienen que hacer actividades con los padres. Que es bueno estudiar música y afianzar el inglés. Que deberían cultivar sus aficiones y habilidades; que son buenas para ellos las manualidades y las actividades culturales: llevémosles al cine, a la biblioteca, al teatro. Que es necesario conocer su barrio. Que deben empezar a adquirir autonomía y responsabilidades en la familia: hacerse la cama, poner la mesa, colaborar. Organizar su mochila y planificar su agenda. Que las extraescolares les ayudan a socializarse. Que tienen que tener tiempo libre. Tiempo para jugar, desde luego, y tiempo para aburrirse. Que necesitan naturaleza: salir al campo, subirse a los árboles, descubrir que la leche no crece en los tetrabriks. Por supuesto, que no se nos olvide leer, por gusto, al menos 20 minutos cada día… y que necesitan como mínimo 10 horas de sueño.
Al margen de lo surrealista que es que en la escuela nos organicen la agenda y la vida…