Una
pesadilla es un sueño desagradable de contenido terrorífico que origina fuertes
sentimientos de miedo, terror, angustia o ansiedad. Ocurren generalmente
durante el sueño REM, en la segunda mitad de la noche, tenderán a ser más
frecuentes en las últimas horas del período de descanso (de 4:00 a.m. a 7:00
a.m.). Al despertarse el individuo tendrá la capacidad de recordar lo que ha
soñado.
¿Por
qué aparecen las pesadillas?
Los
sueños desagradables son más frecuentes cuando la persona está angustiada o
preocupada por algo. A menudo, tendrán un tema similar al de las preocupaciones
o miedos de la persona. Las causas son psicológicas, aunque existen algunos
factores de tipo orgánico que pueden hacer que en un momento aislado ocurran.
Por ejemplo, la fiebre produce un aumento del sueño muy profundo y elimina el
sueño paradójico. Después de haber tenido fiebre se producirá una recuperación
del sueño paradójico que se perdió pudiendo ocasionar la aparición de
pesadillas.
¿Debes
preocuparte si tienes pesadillas?
En
la mayoría de casos no hay motivo de preocupación. Las pesadillas son un
fenómeno frecuente en la infancia y adolescencia. Se calcula que entre el 10 y
el 50% de los niños con edades comprendidas entre los 3 y los 6 años las
sufren. En los niños y adolescentes jóvenes forman parte del proceso normal de
desarrollo. Sin embargo, cuando éstas aparecen en la edad adulta es más
preocupante. El hecho de sufrir pesadillas en edad adulta, puede estar
relacionado con problemas emocionales como la ansiedad, depresión u otros
problemas de personalidad.
¿Cuándo
debemos preocuparnos?
Cuando
las pesadillas existen desde hace mucho tiempo o bien ocurren tan a menudo y
son tan intensas que están perturbando el buen descanso y además, están
provocando un malestar importante tanto en el ámbito escolar/laboral, social,
familiar o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
¿Qué
consecuencias tienen las pesadillas?
Si
el niño se despierta de noche porque ha tenido una pesadilla puede resultarle
difícil volver a dormirse, lo que altera su descanso nocturno.
Somnolencia
diurna. Las consecuencias de dormir mal por la noche es la somnolencia por el
día. La persona se puede encontrar por el día cansada, con falta de
concentración… pudiéndole afectar al rendimiento de la actividad diaria. En los
niños en el ámbito escolar. En los adultos en el ámbito laborar.
Alteraciones
del sueño de toda la familia.
QUÉ
DEBEN SABER LAS PERSONAS
QUE VIVEN ACOMPAÑADOS DE LAS PESADILLAS…
Los
padres y personas que viven acompañados de las pesadillas deben estar
informados del problema. Deben conocer qué son las pesadillas. Cómo
prevenirlas. Qué hacer en caso de padecerla…
Puedes
ayudar a prevenir alguno de los miedos de tus hijos para evitar más pesadillas:
- Evitando programas o películas violentas o de terror que estimulen la imaginación de su hijo.
- Evitando que las personas que cuidan del niño u otros niños más mayores los asusten o persigan con miedos durante juegos.
- Ofreciendo alguna actividad diurna que le permita disfrutar o relajarse al niño.
- Llevar una buena higiene del sueño ayudará a prevenir trastornos del sueño.
- Mantenga horarios regulares para acostarse y levantarse
- Mantenga buenos hábitos alimentarios, una dieta equilibrada rica en frutas y verduras evitando las grasas de origen animal.
- Evite excitantes, Reduzca o suprima el consumo de café, té, cacao, bebidas colas y del chocolate.
- Practique algún tipo de ejercicio de relajación durante el día (Yoga, tai-chi, meditación…). Podrá ponerlo en práctica antes de acostarse.
- Evite la falta de sueño. Puede ser útil una siesta de una hora después de comer.
- Repita cada noche una rutina de acciones que ayuden a prepararse mental y físicamente para irse a la cama. Lavarse los dientes, ponerse el pijama, preparar la ropa del día siguiente… A los niños las rutinas les hace sentir seguros.
- Disponga de un entorno apropiado para dormir (silencioso, oscuro y con temperatura agradable entre 18 y 20 grados.
¿Qué
puedes hacer cuando te encuentras
ante una persona que acaba de sufrir una
pesadilla?
Cuando
el niño se despierte asustado por una pesadilla no debemos entrar en su cuarto
encendiendo todas las luces. Es preferible andar un poco a tientas y encender
sólo una luz suave. De esta manera evitaremos que asocie la oscuridad con el
malestar y la luz con la seguridad y que pueda acabar desarrollando un miedo a
la oscuridad. Además así será más sencillo que se duerma de nuevo.
Si
el niño acaba de despertarse de una pesadilla hay que consolarle y ayudarle lo
antes posible. Se le puede abrazar y cogerle de la mano mientras se le
tranquiliza con palabras. Háblale con ternura pero también con firmeza y
seguridad.
En
el momento de haber tenido la pesadilla no es buena idea hablar en detalle
sobre el contenido del sueño, ya que el niño podría activarse más y eso
dificultar el dormirse. Es bueno darle una explicación adecuada a su edad
explicándole que ha sido “un mal sueño”, que le pasa a o toda la gente y que no
puede hacerle ningún daño.
Al
día siguiente se puede hablar del contenido del sueño, si es que el niño tiene
edad suficiente y quiere hablar de ello. Hablar de sus temores muchas veces
ayuda a los niños a sentirse mejor pero siempre y cuando el niño quiera
hacerlo.
Es
recomendable permanecer con el niño hasta que se haya calmado lo suficiente
como para volver a dormirse, pero también es importante que el niño permanezca
en su habitación y duerma en su propia cama. Si permitimos que nuestro hijo se
acueste con nosotros cada vez que tenga miedo o pesadillas, o somos nosotros los
que dormimos con él no le ayudaremos a superar esta etapa. Pudiendo tener las
siguientes consecuencias:.
Existe
el riesgo de que se convierta en un hábito difícil de romper.
Los
niños pueden tener la impresión equivocada de que en realidad hay algo que temer
en sus propias camas o en su habitación y por otro lado el niño creerá que no
es capaz de superarlo por si solo creando dependencia e inseguridad en sí
mismo.
¿Es
conveniente tomar medicamentos para la desaparición de las pesadillas?
Los
niños no deben tomar fármacos para eliminar las pesadillas. Este tipo de
medicamentos puede producir importantes efectos secundarios y en el momento en
que dejan de tomarse desaparecen sus beneficios, por lo que en ningún caso
solucionan el problema. Además, apenas existen estudios bien controlados sobre
fármacos para pesadillas y en los pocos que hay sólo se han experimentado con
adultos.
En
la mayoría de los casos las pesadillas son parte del desarrollo normal y
desaparecerán después de un tiempo. Si las pesadillas siguen siendo un
problema, incluso cuando los padres han actuado de la manera descrita aquí, es
recomendable solicitar la ayuda profesional de un psicólogo especialista en
problemas de sueño.
Si
acudes al psicólogo…
El
primer paso será llevar a cabo una exploración del problema.
Entrevista
con los padres o con la persona que tiene el problema. El psicólogo le hará una
serie de preguntas con el fin de obtener toda la información sobre la historia
del problema.
Se
ayudará de un diario del sueño. Se trata de un registro a cumplimentar por
padres o por la persona que tiene el problema.
- Fecha
- Suceso nocturno
- Hora
- Descripción de lo ocurrido
- Miedo (0-10)
- ¿Qué hacen los padres?
- ¿Qué hace el niño?
Cuando
el psicólogo tenga realizada la evaluación, realizará un diagnóstico y llevará
el tratamiento más adecuado para usted.
El
abordaje psicoterapéutico de las pesadillas se ha planteado, fundamentalmente,
desde el enfoque de intervenciones de terapia conductual y terapia
cognitivo-conductual, si bien es compatible con otras terapias alternativas
destacando el EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por los Movimientos
Oculares) y la hipnosis.
Bibliografia:
Sierra J.C. Sánchez A.I. Miró E. Buela- Casal G.“el niño con problemas de
sueño”