Medo a nadar, ¿como axudar a un neno que lle ten medo á auga?

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El miedo al agua o miedo a nadar de los niños (al agua, a las piscinas y la playa, específicamente), es un sentimiento que afrontan ellos desde corta edad. Desde luego que no todos padecen de este temor, pero sí la mayoría.
Está en nuestra programación como seres humanos, el sentir pánico en los primeros años de nuestras vidas, por meternos en el agua o darnos un simple chapuzón. Esto se explica, debido a que nuestro entorno natural es en la tierra, no en el agua.
Hacer que los niños pierdan el miedo al agua puede traerle consecuencias favorables para su desarrollo, aprender a nadar es básico en el desarrollo de los niños y niñas, evitando problemas futuros.

 Comunicación con los padres, o personas mayores

Si los padres desean ayudar a sus hijos, o bien si eres el hermano o un familiar mayor de un niño, hablarles de las buenas experiencias, y de cómo entender aquellas cosas que ellos no saben, puede ser la mejor manera de empezar.

Gracias a la confianza y el afecto que se les pueda brindar, sus temores podrían desaparecer antes de siquiera comenzar a realizar la acción de enfrentarse al agua.
Otro punto importante es el de dejarlos a su voluntad, y no obligarlos. Regañarlos por el simple hecho de que tengan miedo a nadar, solo podría empeorar las cosas.

 Utilizar flotadores o salvavidas inflables

Los mejores ayudantes para que las personas, en general, se mantengan a flote o en la superficie del agua.
Comprarle a los pequeños estos artefactos tan útiles, es una inversión buena para comenzar a acostumbrarlos a la sensación de bañarse en aguas saladas o las piscinas.
Muchas personas al iniciarse en natación, suelen utilizar los primeros días flotadores en los brazos, para comenzar a experimentar el proceso de aprender a nadar.
En el caso de nuestros seres queridos de muy corta edad, si se les enseña algunos ejercicios, y maneras de nadar, dejarán de depender de los flotadores con el tiempo, valiéndose por sí mismos.
Compra una piscina inflable o que se pueda montar/desmontar
Muchos de nosotros nos criamos con una de estas piscinas, en las cuales nuestros padres la inflaban o armaban, y simplemente la comenzaban a llenar de agua.
Parece una tontería, pero con estas piscinas, uno mismo puede controlar el nivel de agua al llenarlas. Esto significa, que para ayudar a nuestros niños, podemos ir acostumbrándoles de forma progresiva a niveles mayores de agua.
Con esto, la experiencia se torna más familiar, agradable, y mucho mejor de procesar para ellos.

 Ventajas de no temer al agua

La mayor ventaja que pueden obtener los niños por habituarse al agua, es que es un nuevo ambiente para ellos, en el que pueden jugar, y experimentar otras cosas.
A largo plazo, es posible que algunos quieran tomar clases para aprender a nadar, o que dediquen sus vidas a una profesión que involucre meterse al agua.
Por otro lado, habremos ayudado a descubrir nuevas cualidades, que quizá,  ninguno haya tenido idea de que las poseían. Como una especie de afinidad por lo acuático, por decir algo.

 Desventajas de perder el miedo a nadar

Realmente, no existe una desventaja como tal. Salvo que de ninguna manera, ni con todos los esfuerzos realizados, se haya podido alejar el temor del niño.
Más allá de eso, solo queda respetar ciertos límites, para que no se ahoguen, o tengan una mala experiencia. Puesto que, en cualquier momento, puede presentarse una situación desagradable, lamentablemente.
Para terminar, debemos tener en cuenta, que nosotros alguna vez tuvimos esa edad, donde no sabíamos nadar y éramos temerosos. Por eso, se debe ser empático, y tener paciencia.

Es necesario que ellos aprendan a quitarse el miedo al agua ya que, algún día, ellos también les tocarán hacer lo mismo con sus hijos. O quién sabe, enfrentar una situación en la que requieran salvar a alguien de ahogarse.