Republicado con autorización de: http://www.educapeques.com
Autoría: Katty Gutierrez
Enseñar a ser autosuficientes a los niños quizás nos suene
como algo lejano, sobre todo a quienes tenemos hijos pequeños, algo que tendría
que empezar a preocuparnos cuando lleguen a la adolescencia (que también se nos
antoja muy lejano), pero nada de eso.
La autosuficiencia en los niños es algo que tenemos que ir
forjando desde que son muy pequeños y no es otra cosa que aprender habilidades
de la vida cotidiana y de cuidado personal.
Los padres que han
trabajado la autosuficiencia en sus hijos, suelen ser niños más seguros y
confiados. Niños que saben hacer las cosas y saben cuidar de sí mismos.
Trabajar en la autosuficiencia de los niños también les
ayuda a afrontar con éxito las primeras salidas de casa “lejos de los padres” y
en un futuro, les allana el camino hacia la transición del mundo adulto.
Algo, que en nuestro país, no siempre tomamos en cuenta y
puede convertirse en un factor limitante ¿Quién no conoce adultos de
veintitantos años (o más) que viven con los padres y no recogen ni su plato? o
personas que se independizan o empiezan a convivir en pareja y descubren que
tienen serios problemas para conducirse de manera autónoma.
Lo curioso es que, quienes tenemos niños, sabemos que desde
muy pequeños ellos intentan hacer las cosas por sí mismos y que tienen un deseo
natural por aprender, es decir, en su fuero interno los niños buscan ser
autosuficientes, ya que, esto les hace sentir capaces, más seguros y preparados
para afrontar retos cada vez más grandes.
¿Por qué entonces es común ver niños a partir de cuatro años
o jovencitos sumamente dependientes y demandantes de los padres?
¿Qué sucede para coartar el interés del niño por ser
autosuficiente?
Desde mi punto de vista, los padres somos un factor clave
para motivar o por el contrario, destruir el interés por aprender a hacer las
cosas por sí mismos.
Y se me ocurren algunas “buenas” razones que hacemos los
padres, que sin darnos cuenta, van apagando el deseo de ayudar en los niños y
lograr hacer las cosas por sí mismos.
Ejemplos de actitudes de los padres que coartan la
autosuficiencia en los niños:
- Intentar demostrar nuestro amor haciendo las cosas por ellos.
- Solemos ir siempre con tanta “prisa” que terminamos antes si hacemos las cosas por ellos.
- Enseñar y corregir implica tener mucha paciencia y no siempre la tenemos.
- Requiere de nuestro tiempo y atención y no siempre estamos dispuestos a dárselas.
- Subestimamos sus capacidades e interés y lo dejamos para más adelante “cuando sea mayor”.
Enseñarles a ser autosuficientes es importante tanto para su autoestima como para el buen desenvolvimiento en la vida, por ello, te muestro cinco maneras de trabajar con ellos la autosuficiencia.
5 maneras de trabajar
la autosuficiencia en los niños
1. Enséñales a hacer las cosas, mientras les resulte
interesante aprenderlas.
Los niños sienten una curiosidad natural sobre todo cuando
la actividad les resulta difícil y quieren intentarlo por ellos mismos. Los
pequeños quieren ayudarnos a poner la lavadora, nos quitan la escoba para
querer barrer, intentan ponerse el champo cuando se están bañando, son
imitadores natos. En lugar de apartarlo y decirle que no sabe, podemos
aprovechar cualquier momento de interés en una tarea doméstica para mostrarle
con mucha paciencia cómo se hace. Para ellos es un juego, luego con el paso del
tiempo irán perfeccionando la técnica.
2. Planificar con antelación ¿Qué habilidades o tareas
prácticas debería de saber?
Nos resulta difícil plantearnos que un día nuestros hijos
crecerán y se independizarán del hogar familiar. Quizás más de alguno nos
encontramos con dificultades el día que salimos del “nido.” Por eso no es
ninguna tontería pensar desde ahora ¿Qué habilidades básicas necesitará mi hijo
saber? ¿Cómo puede ir adquiriéndolas?.
A corto plazo, podemos pensar ¿Qué me gustaría que mi hijo
supiera si estuviera en casa de un familiar o fuera de casa alguna temporada?
Por ejemplo: que sepa asearse solo, escoger su ropa, llevar
un orden, ayudar en ciertas labores.
Podemos tener una lista, incluso un plan para mostrarle
cuáles habilidades prácticas puede aprender en casa.
3. Desglosa las tareas domésticas en etapas que ayuden a los
niños a aprenderlas fácilmente.
Cuando hacemos las cosas muy frecuente, las realizamos de
manera muy mecánica y no percibimos los pasos que tenemos que llevar a cabo.
Para un niño, no hay nada más sencillo como dividir una tarea grande en otras
más pequeñas y aprenderlas de manera escalonada.
¿Cuáles son los pasos para hacer una cama? ¿Cómo se dobla un
jersey paso a paso? ¿Cuántos movimientos tienen que hacer para lavar bien los
dientes?
Entre más específicos y metódicos sean cada uno de los
pasos, más fácil les resultará aprender a hacer la tarea.
4. Confiar que serán capaces de hacerlo.
Cuando son pequeños y tienen interés en hacer las cosas “yo
solito” creemos que son incapaces de hacerlo, pero cuando crecen y tienen que
hacerlas por “obligación” nos encontramos una gran oposición de su parte.
Entonces empezamos a presionar, a criticar o avergonzarlos por su incapacidad
para hacer las cosas.
Los niños pueden percibir el pensamiento de los padres y si
pensamos : “no es capaz” “que mal hace las cosas” o “es un vago”, lo expresemos
o no, estamos generando indefensión en ellos.
Tomemos conciencia de lo que pensamos acerca de nuestros
hijos y aprendamos a confiar en que tenga la edad que tenga, un día aprenderá a
hacerlo bien, si lo practica y le ayudamos a hacerlo.
5. Demuéstrale cuánto valoras sus esfuerzos para intentar que
todo marche sobre ruedas.
Para que el niño tenga interés por aprender y perfeccionar
una tarea, la clave está en saber reforzar y valorar cada pequeño esfuerzo.
Quizás no logre hacer bien las tareas, pero podemos fijarnos en pequeños
detalles que han estado bien y animarlo a que continúe practicando.
No podemos enseñar desde casa todas las habilidades que les
serán necesarias para enfrentarse a la vida con éxito, pero conseguir que sean
personas autosuficientes, es un buen paso para adquirir seguridad en sí mismos
y facilitarles el camino, sea cuál sea que ellos tomen.