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Todo padre que tenga un hijo adoptado se enfrenta en algún
momento con este miedo: ¿Cuándo debo decirle a mi hijo que es adoptado? ¿En qué
momento y quién debe decírselo? Estos son interrogantes que impacientan a todo
padre con hijos adoptados incluso durante años.
En esta oportunidad veremos qué es lo que dicen los expertos
al respecto y cómo debemos abordar el tema.
Hijo adoptado
Aunque tanto las películas de Hollywood como también muchas
personas tengan la creencia de que “lo mejor es aguardar hasta la edad de la
adolescencia para decirle a un niño que es adoptado”, lo cierto es que tanto psicólogos
como pediatras sostienen que la mejor edad para decirle a un niño que es
adoptado es a partir del momento en que ellos puedan comenzar a procesar esta
información. Es decir a partir de los 4 años.
De este modo los niños comenzarán a tener un registro
paulatino de la adopción.
¿Quién y cómo debe hablar con el niño sobre la adopción?
Lo ideal y recomendable es que sean los propios padres
adoptivos que informen al niño sobre el tema.
Debemos evitar que el niño se entere por accidente. Por el
contrario afrontar la situación, ser flexible y paciente ante sus preguntas
ayudará mucho a que el niño incorpore esta información.
A menudo los niños, luego de enterarse, pueden no hacer
preguntas por un lapso determinado de tiempo. De algún modo están internamente
asimilando y procesando la información.
Luego de un período de tiempo (que en cada niño será
diferente) ellos comenzarán a indagar cada vez más. Debemos ser pacientes y
responder a cada una de sus preguntas. Clarificar lo más posible el tema de que
su adopción no es un tema tabú, sino que ellos deben y pueden hablar de ello
todo lo que necesiten. Cuanto más pronto los niños hablen con naturalidad sobre
su adopción más fácilmente podrán elaborar el duelo y enfrentarán el tema con
normalidad.
Con frecuencia los niños quieren ponerse en contacto con sus
padres biológicos (en caso que estos se encuentren con vida). Por otra parte es
necesario que, previamente, los adultos tengan toda la información posible del
tema. Por ejemplo si el niño fue dado en adopción por cuestiones de violencia,
por cuestiones económica, por fallecimiento de los padres, etc. De este modo
los padres pueden regular el tipo de información que les darán a sus hijos.
Es frecuente que luego de la noticia los niños presenten
algunos cambios de comportamiento. En estos casos se recomienda la intervención
de un psicólogo infantil que pueda ayudar a que el niño elabore su duelo.
Sugerencias adicionales
Indagar lo más posible para evitar que el niño se quede con
dudas o tenga un registro erróneo de lo que ocurrió. La mayoría de los niños
suelen creer que los padres biológicos no los amaban lo suficiente y por esta
razón crecen con un sentimiento de vacío interior y sentimiento de
inferioridad. A menudo este sentimiento se puede convertir en frustración o ira
reprimida. Por esta razón lo recomendable es preguntar y observar al niño a
medida que vaya recibiendo la noticia (tanto en ese momento como en los días y
tiempo posterior).
Otra de las sugerencias es estar en contacto con un psicólogo
de confianza (psicólogo infantil).
También se recomienda participar de foros o reuniones de
padres con hijos adoptados. De este modo los padres podrán hacer frente a cada
una de las situaciones que se presenten y se sentirán contenidos por el grupo.