Terrores nocturnos en nenos

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Terrores nocturnos: Nuestra hija se ha despertado varias noches  gritando y llorando, y cuando le hablamos parece que no nos atiende, después se queda dormida de nuevo. Estamos alarmados ¿Qué le puede ocurrir?
Lo que su hija ha vivido en esas situaciones es un fenómeno que hemos explicado que se llama “terrores nocturnos”.

¿Qué son los terrores nocturnos?

Cuando dormimos, el sujeto atraviesa diferentes fases dentro del sueño. La mayoría de los sueños (y las pesadillas) se presentan mientras el organismo transita por una fase llamada REM. Por el contrario el terror nocturno no ocurre durante esta etapa, más bien sucede en el paso de una fase del sueño a otra: Fase REM a fase no REM

El terror nocturno se asocia más a una reacción de miedo súbita.

A menudo este terror aparece a las 2 o 3 horas desde que el niño se durmió. Este es el momento preciso en el que su cerebro pasa de una fase profunda del sueño a otra menos profunda.

No se debe confundir pesadillas y terrores nocturnos, a continuación vamos a ver las diferencias entre ellas

Diferencias entre pesadillas y terrores nocturnos

Aunque parecen a simple vista parecidos, hay notables diferencias entre las pesadillas y terrores nocturnos.

  • Intensidad. El terror nocturno es una pesadilla de gran intensidad, los terrores nocturnos son mas angustiosos y espectaculares, con frecuencia los niños se despiertan gritando y llorando, alterando y preocupando de este modo a los adultos presentes. En cambio las pesadillas solo requieren de una cierta comprensión y afecto de sus padres, con frecuencia se quedan dormidos en nuestro regazo o cerca nuestro tras explicarles que “sólo se ha tratado de una pesadilla”.
  • Frecuencia. Los terrores nocturnos suelen, en la mayoría de los casos, presentarse de forma aislada o presentarse de manera recurrente pero desaparecer poco a poco. En cambio las pesadillas se presentan en cualquier momento de nuestra vida, incluso de adolescentes o mayores.
  • Horario. Los terrores nocturnos suelen aparecen al poco de quedarse dormidos, normalmente antes de las 2 de la madrugada, justo en el cambio de fase de sueño (Fase REM)
  •  Por último podemos decir que en los terrores nocturnos el niño es difícil de despertar y calmar, suelen despertarse con taquicardias, bañado en sudor, desorientado y no consigue explicar que es lo que le ha pasado.

Una de las diferencias principales entre pesadillas y terrores nocturnos es que, por la mañana el niño recuerda la pesadilla, mientras que luego de un episodio de terror nocturno el niño no tiene registro alguno de lo ocurrido.


Vamos a centramos en los terrores nocturnos infantiles

Síntomas frecuentes del terror nocturno

Este proceso con frecuencia es pausado y no debemos alterarnos ya que el niño lo suele controlar a la perfección. Pero en otras ocasiones él niño puede sentarse en la cama, gritar, su corazón se acelera, sufre taquicardias,  puede tener comportamientos alterados y acelerados, sudar, etc.

Terrores nocturnos causas

Los terrores nocturnos se producen por una hiperactividad del sistema nervioso central. Afecta sólo a un 6% de los niños.
La edad estadística en donde se han registrado episodios de terror nocturno es entre los 4 y los 12 años. No obstante se han hallado casos en niños de 12 meses.

Frecuentemente se presentan en niños con las siguientes características:
  • Fatiga o cansancio extremo.
  • Niños que han incorporado (por prescripción médica) algún tipo de medicamento nuevo.
  • Niños que se encontraban lejos de su casa o en sitio nuevo al momento de presentar el episodio de terror nocturno.

Con frecuencia los síntomas de este problema desaparecen sin intervención médica a medida que el sistema nervioso va madurando.

¿Cómo actuar frente al terror nocturno?

De todos modos existen algunas recomendaciones que como padres podemos seguir para evitar complicaciones futuras:

  • Durante un episodio de terror nocturno no despiertes a tu hijo. Estén junto a la niña mientras dura el episodio, procurando sobre todo que no se haga daño.
  • Aunque intenten consolarla lo más probable es que no os reconozca y los intentos de tranquilizarla sean en vano. Piensen que en realidad su hija está profundamente dormida.
  • No hagan esfuerzos por despertarla. Si lo hacen romperán un ciclo de sueño y se sentirá muy confusa.
  • Cuando termine el episodio, que puede durar de uno a diez minutos, déjenla dormir tranquilamente.
  • Si los episodios se repiten con cierta frecuencia, procuren que haga una siesta pequeña de una hora como máximo, para que no llegue tan cansada a la hora de dormir y el sueño no sea excesivamente profundo.
  • Intenta reducir el estrés por el que está atravesand0
  • Genera una rutina para él antes de dormir. Léele algún cuento o algo divertido que lo relajes
  • Establece horarios coherentes para que duerma y se levante, es decir, evita que trasnoche demasiado o que se levante muy tarde.
  • Deben tener en cuenta que es un fenómeno benigno, que no le produce ningún daño a su hija y del que no deben preocuparse en principio.