Republicado con autorización del
autor: Carlos Pajuelo
Un móvil no es un juguete
“Toma hijo, te voy a regalar esta botellita de
Ron y poco a poco te la vas bebiendo,
así cuando tengas 15 años y vayas al botellón, tendrás el hígado bien preparado
para aguantar lo que te echen”.
¿Verdad que no se te ocurriría
regalar una botella de alcohol a tu hijo menor, ni drogas, ni pornografía, ni
armas, ni nada que pudiera suponer un riesgo para su salud o para su integridad
personal? Entonces, ¿por qué le regalas un móvil a un menor?
No quisiera ser alarmista, porque
los móviles han venido a nuestra vida para quedarse. Yo mismo, cual Cepeda, le
canto a mi móvil: “no puedo vivir sin ti”. El móvil es una herramienta de
comunicación fabulosa pero poner en
manos de niños de 10, 11, 12 años un aparato que se conecta a cualquier parte
del mundo, a cualquier persona, a cualquier información, creo que es un error.
Los niños en caso de tener que
utilizar un móvil, deben de hacerlo bajo la supervisión de un adulto, con unas normas
de uso claras, con un tiempo limitado.
Consejos de uso:
1) Supervisado por un adulto: Eso quiere
decir que el adulto tiene que saber qué, cuando, con quién, para qué. Por eso,
lo mejor es que utilicen el teléfono de
sus padres porque, si lo han de utilizar, es para algo puntual. Un móvil no es
un juguete. Si lo que quieren es jugar, hay otros artilugios más apropiados
para ello.
2) Normas de uso clara: El móvil no es un
mata aburrimiento, ni un “controlador” de niños, tiene que tener una utilidad
clara. El móvil nos come a todos, a mí también y tengo ya unos años y, se
supone que, un conocimiento. Dentro de las normas recuerda que NO deben subir
fotos. Que no se habla mal de nadie por teléfono. Que todo lo que hacen en un
móvil deja huella. Su huella.
3) Con un tiempo limitado: El tiempo justo
para realizar la acción: buscar una información; preguntar algo a alguien, etc.
Los niños no deberían tener en sus móviles acceso libre a internet. Deberían
siempre pedirles a sus padres que les dieran la “llave” para conectarse, y así
los padres regulan el tiempo. Te
recuerdo que hay adolescentes que se duermen tarde porque, mientras tú duermes,
ellos están conectados a internet. ¡Ah! Y a tus hijos siempre les parecerá que
les dejas poco tiempo, porque para ellos nunca es suficiente.
Así que si no sabes qué regalar a
un niño de 10 años, regálale mejor un libro. Un libro es un juguete que permite
desarrollar la imaginación, un libro es una buena manera de conectarse al
mundo. El único “peligro” que tienen los
libros es que le puedan hacer pensar.
Ya tendrán tiempo para móviles.
Niños, mejor sin móvil.