Autoría: Carlos Pajuelo
Republicado con autorización del autor.
Vivir siempre ha sido una aventura peligrosa porque vivir es
una enfermedad incurable. Quizás esto es lo que le da a la vida ese toque
mágico, esa ilusión de que todo pueda cambiar en algún momento o de que todo
permanezca inalterable para siempre. En una vida caben muchas vidas y todas ellas se viven en escenarios muy
diferentes: vidas con aventuras, con dramas, comedias, tragicomedias, a veces
un película de terror, ciencia ficción, guerras, romances… en fin, nuestra vida
es un compendio de películas.
Todo lo que ocurre en nuestra vida es una oportunidad para
poder educar
Un virus se presentó en nuestras ciudades, en nuestras
calles, en nuestras casas. Un virus vino a trastocar nuestras vidas, pero es
que las vidas se trastocan cotidianamente, con virus o sin virus, con crisis
económicas o sin crisis. Todo lo que ocurre en nuestra vida es una oportunidad
para poder educar, porque todo educa, los aciertos y las equivocaciones.
Así que no dejes que el Covid te paralice y sigue educando,
recuérdales a tus hijos y no olvides tú:
1.- Se vive en presente con lo que tenemos en este momento,
hay que adaptarse a los cambios y ahora toca mascarilla, hidrogel alcohólico,
distanciamiento social. La inteligencia es capacidad de adaptación a un entorno
cambiante, por eso ahora se distinguen bien a los bobos.
2.- Asistir al colegio (que por cierto, hay que destacar que
están haciendo estupendamente la tarea de evitar contagios, con todos los
miedos que había), aprender, hacer las tareas, estudiar, es la rutina de tus
hijos, la rutina de tu casa. Así que no te relajes, la escuela presenta a
nuestros hijos la posibilidad de practicar la constancia, el esfuerzo, el
aguante, la posibilidad de sentir su valor, sus potencialidades y también sus
límites.
3.- El profesorado tiene las mismas virtudes y defectos que
tenemos los padres y madres. Estamos viviendo en unos días en los que hay más
tensión, así que resalta sus virtudes y controla tus defectos. Eso es manita de
santo.
4.- Nadie sabe qué pasará mañana. Nadie. Así que hasta
mañana no lo sabremos, no educamos para el mañana, educamos para el hoy. Otra
cosa es que nuestros hijos pongan en práctica nuestras enseñanzas hoy. Pero el
día en el que las utilicen, será un hoy, su hoy. Ese día sabrás porqué valió la
pena tantos desvelos.
5.- El miedo se contagia fácilmente, paraliza y mal educa.
No se trata de asustar, se trata de hablar claro, de marcar los límites y de
dar ejemplo.
Hoy toca mascarilla, es lo que hay. A vivir enmascarados. A
educar enmascarados.