Autoría: Sara Tarrés
Republicado con autorización de: http://www.mamapsicologainfantil.com/
Sabemos que tener hermanos tiene
muchos beneficios, tal y como escribí para un artículo de Guía infantil hace
unos meses en Ventajas de tener hermanos, pero también puede comportar
algunas pequeñas desventajas, como vivir bajo la sombra del hermano mayor. Un
hermano mayor que domina la situación, que acapara o intenta
centralizar la atención de los padres en detrimento del pequeño
imposibilitando que se manifieste su personalidad. ¿Qué podemos hacer si nuestro
hijo mayor invisibiliza al pequeño?
De esto trataré a lo largo de las próximas líneas,
intentando resumir por qué sucede esto y cómo gestionar esta situación. Pero
debes saber que el primer paso ya lo has dado, has identificado el problema,
por eso buscas información y lees este artículo. Pero vayamos paso a paso.
Bajo la
sombra del hermano mayor. El hermano que acapara la atención de los padres.
Es posible que te hayas dado cuenta que tu hijo mayor
intenta acaparar siempre que tiene la ocasión toda tu atención, habla por los
codos, interrumpe a su hermano cuando éste habla, siempre quiere estar a tu
lado, y muchas otras conductas como portarse mal para llamar tu
atención que estés
por él aunque sea riñéndole. Por un lado es normal y lógico que el mayor
realice este tipo comportamiento, a todos nos gusta que nos escuchen, nos
atiendan, nos mimen y nos alaben. Generalmente, por no decir siempre porque
puede existir alguna excepción, este tipo de actuación se debe a los celos que
siente del pequeño con quien compite por la atención de papá y mamá. Lo malo es
cuando este comportamiento acaba por hacer que estemos tan pendientes del mayor
que sin darnos cuenta “invisibilicemos” al pequeño…
¿Cuándo
empieza esta situación?
Normalmente ocurre al poco tiempo de
nacer el hermano pequeño pero no le damos excesiva importancia. Estamos tan preocupados por el
bienestar de ambos que intentamos hacer lo imposible para tratar de paliar los
posibles celos que pueda llegar a sentir nuestro primogénito. Y así
es como va pasando el tiempo hasta que el peque empieza a hacerse mayor y a
reclamar su propio espacio espacio de juego, de diálogo, de caricias, de
atención en general. Cuando llega este momento, más o menos al cumplir el
pequeño los 2-3 años, el mayor sigue pujando por ser el centro de atención
con cada vez mayor fuerza.
Frente a esta “lucha de poderes” generalmente el
primogénito gana la partida puesto que nosotros le prestaremos atención ya sea
por lo bien que ya se expresa al contarnos las cosas, ya sea por lo mal que se
porta cuando ve que estamos más pendientes del pequeño. En cualquier situación
pues, positiva o negativa, el mayor está consiguiendo que apartemos nuestro
interés del hermano menor.
¿Qué
consecuencias puede tener crecer bajo la sombra del hermano mayor?
Las consecuencias de vivir bajo la larga sombra del
hermano mayor son múltiples, por lo que debemos tener especial cuidado e
intentar que esta situación no se prolongue en el tiempo y se generalice en otros ámbitos como en la escuela o con los
amigos. Esta temática la abordaré por separado para no hacer interminable el
artículo, pero seguro que muchos de los que me estáis leyendo conoceréis a
alguien a quién su hermana o hermana le hacía sombra en el cole por haber sido
un alumno brillante o todo lo contrario.
Dejando de
lado el cole y entrando de lleno en las consecuencias que puede tener crecer bajo
la sobra del hermano mayor debemos tener en cuenta que éstas pueden incidir a
nivel emocional, conductual, relacional y académico.
Podemos ver como un niño que vive bajo la sombra de su
hermano se repliega sobre sí mismo, habla poco, puede que empiece a mostrar una conducta agresiva o todo lo contrario,
podemos ver también apáticos, desinteresados en todo, niños que no piden ayuda cuando la
necesitan puesto que han aprendido a ser independientes y autónomos antes de
tiempo. En niños más mayores las repercusiones las observamos a nivel
académico, por ejemplo que empiecen a mostrar obsesión por sus notas con el
afán de lograr ser como su hermano o justo todo lo contrario, a sabiendas de
que nunca lograrán emularlo adopten una actitud pasiva a ver si de este modo
sus padres se dan cuenta de que él está ahí. Esta es la clave, que nos demos
cuenta que el pequeño existe de una forma individual y no como una parte más de
un todo, que también.
¿Qué podemos hacer para cambiar esta situación?
Lo mejor que podemos hacer es identificar la
problemática, darnos cuenta a tiempo que el hermano mayor ensombrece al
pequeño. Una vez identificada la situación debemos empezar por promover un
cambio. Este cambio empieza por nosotros mismos intentando visualizar al
pequeño, verlo como un niño con su propia personalidad, sus propios intereses,
problemáticas y necesidades. Identificarlo de este modo nos hará ver que no
debemos tratarlos a nuestros hijos por igual, ya que al hacerlo
seguimos manteniendo una situación incómoda que favorece la rivalidad y
competencia entre hermanos.
Es
importante, por no decir imprescindible que cada uno tenga sus propios amigos,
espacios y tiempo a solas con papá y mamá. Debemos dedicar un tiempo para que
cada uno se sienta único y especial, no es necesario hacer grandes cosas, con
el simple hecho de ir a comprar al súper con uno de ellos a solas muchas veces
basta para cubrir la necesidad de atención que requieren nuestros hijos. Dales
su espacio, cubre sus necesidades y sobre todo escucha a cada uno de ellos. No
permitas que uno de ellos centralice toda tu energía y atención.