Autoría: CARLOS PAJUELO
Republicado con autorización de: http://blogs.hoy.es/escuela-de-padres/
La muerte de
una niña de doce años por un coma etílico al acudir a un botellón es una de
esas noticias que, como padre o madre, te dejan totalmente confundido,
asustado.
No hace
mucho escribí sobre la infancia robada, sobre cómo nuestra sociedad, o sea
todos y cada uno de nosotros, empuja a los niños y niñas a “jugar a ser
mayores” antes de tiempo.
El tiempo de poder
ser niños cada vez es
más corto porque generamos la idea de que los niños son “molestos”. Los niños “revuelven, corren, gritan, invaden”, es verdad, por eso, la
naturaleza que es sabia, los dotó de padres y madres para
intervenir en esas
situaciones, y no para mirarlos con cara de hartazgo y decir, “a ver si
crecen ya de una vez”
Un niño o una niña de 12 años son un niño o una niña. No son ni un hombrecito ni una
mujercita. Los de 14 años, no son un hombrecito ni una mujercita, son
adolescentes.
Los niños y
los adolescentes necesitan supervisión. Muchos padres no tienen ni idea sobre qué hacen sus
hijos cuando salen de casa. ¡Mi hijo no bebe!, ¡mi hijo no fuma!, ¿mi
hijo? No, mi hijo no. Y muchos
además de los que me estáis leyendo pondríais la mano en el fuego asegurando
que vuestros hijos no van al botellón. Así huele tanto a chamusquina. Los
botellones no están llenos de huérfanos, están llenos de hijos que saben que
sus padres ignoran que ellos están allí.
Espabilad papás y mamás.
No se puede
ser condescendiente con las conductas que suponen un riesgo para nuestros hijos
y para su salud. Un niño tiene que tener horarios de niños, actividades de
niños, responsabilidad de niños, vida de niños y padre y madre de niños,
aunque el niño “vaya teniendo pelitos”.
Y entérate,
un niño monta una bronca a sus padres si otros niños (también con pelitos)
amigos suyos, tienen un horario más relajado. ¿Y qué esperabas? ¿Qué te dijera
Papá, Mamá, gracias por educarme?
Educar a los hijos nos obliga a incomodarlos y a
incomodarnos. No queda
otra. No existe una forma de educar en la que no existan los conflictos, los
conflictos son parte inherente a la educación.
Papás y
mamás, ya es hora de que a vuestros hijos no los
eduquen los padres y madres de los demás.
Papás y
mamás, ya es hora de aguantar los envites de los
hijos y mostrarse seguros y confiados en lo que hacemos.
El tiempo
pasa, pasa rápido y los niños terminarán siendo hombres y mujeres y entonces
podrán comportarse como tales.
¿Que a qué
hora tiene que llegar tu hijo a casa? A la que tú digas, no a la que vuelvan
sus amigos. Y llama a los padres de los amigos de tus hijos y se lo cascas.