Para ser
feliz no necesita que le compres más cosas. Tu hijo, al igual que los míos, no necesita más
objetos, más juguetes, cromos o lo que sea que te esté pidiendo ahora para ser
más feliz. Puede que al negarle lo que te demanda le parezca que eres la
peor madre del mundo, se enfade,
te monte una rabieta pero tú sabes que en realidad estás actuando
correctamente.
Los niños de hoy, los que viven de forma
acomodada en la sociedad de consumo en la que estamos inmersos, se han
acostumbrado a tenerlo todo sin apenas esfuerzo. Padres, madres, abuelos y tíos
nos desvivimos por ellos dándoles todo cuánto piden olvidando que ese niño
para ser feliz no necesita que le compres más cosas. Necesita que le prestemos
atención, atención a sus risas, a lo que dice y a lo que calla. Necesita
entender la importancia y el valor de las cosas y dándoselo todo a la primera
nunca podrá aprenderlo.
Este es uno de esos artículo de opinión, en los que
pesa más mi punto de vista de madre que el de psicóloga, porque hay cosas que
me ocurren igual que a ti.
Soy madre de dos niños pequeños, demandantes,
consumistas, igual que los tuyos. Soy mamá ante todo y lejos de intentar dar
lecciones a nadie pretendo simplemente reflexionar contigo. Sabemos que sería más
fácil comprarle todo cuanto nos pide y así acallar la rabieta, los malos modos
o las malas caras. Sí, sería más fácil complacerle y tener una tarde tranquila
después del cole. Sí, sería más fácil porque nos sentiríamos menos culpables
por trabajar tantas horas. Sí, sería más fácil pero ¿estaríamos educando?
Sí, estaríamos educando un niño tirano, un pequeño
dictador, manipulador, egoísta y materialista. Educaríamos a un niño que para
ser feliz necesitaría siempre tener a alguien que le satisficiera su necesidad
constante de cosas nuevas, una persona que no valora lo que tiene…
Así que yo me niego, me niego en rotundo a estar
permanentemente comprando todo aquello que mis hijos piden. No solo eso, me
niego a caer en la trampa de las colecciones de cromos, muñequitos o demás
historias que se inventan unos cuantos para hacer dinero a costa de nuestros
peques. Me niego a estar atrapada en el compra-compra diario y como madre con
criterio propio me siento en la obligación de decir basta!
Que hay colecciones de cromos
maravillosas pero señores… no podemos gastarnos los sueldos en álbumes que
nunca se acaban porque aparecen otros más chulos… por ejemplo!