Republicado
con autorización de: http://blogs.hoy.es/escuela-de-padres/
Autor:
Carlos Pajuelo
Las nuevas tecnologías introducen cambios en muchos de nuestros
comportamientos cotidianos de tal manera que ya podemos hacer operaciones
bancarias desde el móvil, hacer la compra, buscar novia/o, reservar un hotel,
etc.
El mundo de los juegos también está influido por estos avances y todos los
padres y madres somos testigos de cómo nuestros hijos se ven atraídos por estos
juegos. Asistimos al fenómeno que ha supuesto el juego de Pokemon Go que
nos trae como locos en la búsqueda de Pikachu y compañía por las calles y
plazas de todas las ciudades.
Ante estas novedades es bastante habitual escuchar a personas echar
pestes con las consabidas frases “estos niños no saben jugar ahora” mientras
evocamos, al más puro estilo “heno de pravia” los juegos tan maravillosos a los
que jugábamos cuando eramos zagales: el pincho, rayuela, el escondite, el
burro, etc. Y sumidos en esa invasión de melancolía nos crecemos y hablamos del
palo, de ese palo mágico que se transformaba de espada en fusil y de fusil en
arco. Luego, más tranquilos, terminamos el repaso con el monopoly, y como
no, con los Juegos Reunidos Geyper. ¡qué infancias y adolescencias las
nuestras!
Yo creo que es un síntoma de vejez muy claro eso de creer que
nuestras infancias y adolescencias son mejores que las de nuestros hijos. Porque
no son mejores, son simplemente diferentes.
Pokemon Go, como muchos otros juegos es una estupenda oportunidad
de enseñar a nuestros hijos a utilizar las nuevas tecnologías y a
utilizarlas de forma responsable.
Interésate por los juegos que les gustan a tus hijos, así, si a tus hijos
les gusta el juego, sal con tu hijo a buscar Pokemon y así le podrás enseñar
a poner límites de tiempo a los videojuegos.
Muestra interés por los diferentes tipos de Pokemon que “caza”. Comparte su
alegría, cuando descubra uno raro y hazla tuya. Aprovecha para que haga cálculo
mental, los Pokemon dan para hacer muchas cuentas, haciéndoles preguntas
diferentes. Que practique su memoria recordando nombres y
evoluciones.
Andar y pasear por la ciudad es también una manera, no sólo de hacer ejercicio y salir de casa, sino también de descubrir lugares que tiene su “historia”.
Andar y pasear por la ciudad es también una manera, no sólo de hacer ejercicio y salir de casa, sino también de descubrir lugares que tiene su “historia”.
Recuérdale que hay normas que respetar y sobre todo enseñale a que se
quede con ganas de seguir jugando. Aunque se enfade. Enséñale a que aprenda a
diferir las recompensas.
La vida familiar se construye haciendo cosas en familia. Así que aprovecha
la oportunidad que nos brinda la búsqueda de Pokemon para enseñar a nuestros
hijos a “hacer familia” mientras aprenden a utilizar las nuevas tecnologías.
Compartir une, criticar y minusvalorar no.
Pokemon pasará, pero la infancia de nuestros hijos también pasa… ¿Te la vas
a perder? , ¿te la vas a pasar poniéndoles pegas a sus juegos? Aprovecha para
crear recuerdos para toda una vida.