Autoría: Carlos Pajuelo
Republicado con autorización do
autor: http://blogs.hoy.es/escuela-de-padres
Los niños nacen con derechos, con todos los derechos, pero
luego tienen que aprender cuáles son sus deberes. Sí, lo has leído muy bien,
los deberes se tienen que aprender y eso
quiere decir que alguien se los tiene que ir enseñando. Esta es la razón por la
que educamos, para enseñar, para ser modelos de qué, cómo, dónde y cuándo. Un
magnifico aprendizaje, que necesita su tiempo, del que te examinan
constantemente y que ayuda muchísimo a manejarte en eso de convivir.
los niños
tienen el deber de comportarse
como niños
¿Cuáles son los deberes de los niños?
Los niños tienen el deber de aprender a amar y cuidar. Así
que enséñales cómo se ama gratis, día a día, enséñales cómo se ama cuando se
confundan, cuando se equivoquen, cuando te hagan sentir frustrado como
educador. Enséñales cómo se habla cuando se ama, cómo se riñe a quién
amas, cuáles son las palabras apropiadas,
cual es el tono con el que se pronuncian. Enséñales cómo se cuida y se apoya en
los momentos en los que la decepción, la rabia o el miedo se apodera de uno.
Los niños tienen el deber de aprender a respetar. El respeto
no es una excusa para no tener conflictos, ni una muralla infranqueable, ni un
convencionalismo. El respeto no se impone, el respeto se gana. Enseña a tus
hijos a que sean respetuosos con sus compañeros, con sus profesores, con sus
vecinos, con vosotros. Y para eso sé un modelo de respeto. Los niños tienen que
ver y sentir respeto a su alrededor para ejercer su deber de respetar.
Los niños tienen el deber de aprender a aprender. El deber
de fomentar la curiosidad, el deber de cuestionar, el deber de aprender
activamente, el deber de ser protagonistas de su aprendizaje. El deber de ir a
la escuela, pero no les pidamos que tengan el deber de aprender lo que les
enseñamos, aprender no es una obligación, es un premio. El deber de aprender el
valor de un maestro, lo valioso que es. Pero te recuerdo que somos los que
educamos los que decidimos cómo queremos que nos recuerden a los que educamos.
Los niños tienen el deber de aprender a ser niños. A vivir
como niños, a ser considerados niños. El deber de correr, el deber de gritar,
el deber de jugar, el deber de dudar, de confundirse. El deber de la inocencia,
el deber de la ingenuidad. El deber de ser niños mientras dure la infancia.
Los niños tienen el deber de aprender a que todas nuestras
conductas tienen sus consecuencias. Creo que esta es la piedra angular de la
educación, nuestros hijos necesitan saber que sus comportamientos les acarrean
consecuencias. Y para aplicar consecuencias no hay que enfadarse, no hace falta
gritar, no hay que decir “te lo dije”, es mucho más sencillo, basta con
establecer unos límites y ser sistemáticos en su cumplimiento.
Hay adultos, muchos, a los que les parece que los niños de
hoy en día son unos consentidos y mal criados. ¿Es que acaso es una persona
bien educada la que pretende que los niños se comporten como adultos? Los niños
son sólo son niños. Es verdad que hay algunos niños que no tienen la suerte de
disfrutar del derecho a la educación, pero vivimos en una sociedad que está
considerando, a pasos agigantados, la infancia como una molestia, así nos va.
Una sociedad que no cuida a la infancia, ni la respeta, ni la protege está
condenada a envejecer de manera amargada.