Que os policías eduquen ao teu fillo.


Autoría: Carlos Pajuelo
Republicado con autorización do autor: http://blogs.hoy.es/escuela-de-padres


 “Niña no grites que está ahí el guardia mirándote y si gritas te va a llevar”. Esto es lo que le soltó una madre a su hija en un centro comercial, después de que la niña llevase un ratito haciendo cosas de criaturas (correr y gritar). A menudo padres y madres recurrimos ante determinados comportamientos de nuestros hijos a los mensajes emocionales que apelan al miedo (y que suelen ser efectivos solo a corto plazo) en vez de dar mensajes racionales que apelen a cómo debemos ir aprendiendo a comportarnos (y que suelen ser efectivos para siempre).
La policía nos protege, no nos educa. Eso es lo que hay que enseñar a nuestros hijos, bastante tarea tienen con la de la protección de la sociedad como para que les encasquetemos también la tarea, que nos corresponde fundamentalmente a los padres, de educar.
El coco y demás monstruos, ogros, orcos etc. tampoco deberían utilizarse para que los padres y madres nos quedemos tranquilos. El coco terminará sacándote de quicio a ti (a las tres de la mañana) y no habrá educado a tus hijos, bueno sí, los habrá enseñado a tener miedos irracionales, a perder confianza en sí mismo, a vivir asustado.
Te imaginas a tus hijos diciéndote, cuando te pillen en un renuncio, “sigue así me vas a convertir en un desgraciado, en un drogadicto”, metiéndote miedo “me tenéis agobiado, preferiría estar muerto”(sic). Asusta ¿verdad?, ¿quién les habrá enseñado a asustar?
Utiliza mensajes racionales del tipo:  “hijo, aquí no puedes correr porque hay mucha gente”, “hijo, habla más bajo, gritar es molesto” y esto además hay que repetirlo una y otra vez. Es lo que tiene la tarea de educar.
Meter miedo es pan para hoy y hambre para mañana. ¿Acaso quieres hijos temerosos? ¿Asustadizos?, ¿no será mejor tener hijos educados?