Autoría: Sara Tarrés
Republicado con autorización de https://www.mamapsicologainfantil.com
Si tu hijo moja la cama, hoy una
vez más, te invito a leer este post en el que vamos a ofrecerte algunas
recomendaciones para superar esta situación y explicarte algunos errores
comunes que deberías intentar evitar.
Porque aunque lo creamos o no, la
enuresis, mojar la cama por las noches, supone para muchas familias un problema
diario difícil de afrontar.
Muchos padres no acaban de
enternder, aún hoy en día, por qué su hijo moja la cama cada noche. Y fruto de
este desconocimiento o por creencias antiguas lo atribuyen a descuido, vaguería
o falta de interés.
Las consecuencias de esta forma
de pensar son terribles para los pequeños ya que optan por infligir un castigo,
algo que, coincidiendo con la gran mayoría de expertos en esta problemática,
nunca es solución. Todo lo contrario.
¿Por qué tu hijo moja la cama?
¿Qué es la enuresis?
La emisión o pérdida incontrolable
de orina durante el sueño, sin despertar, a una edad inapropiada –los expertos
hablan de 5 años en adelante- y socialmente inaceptable, un mínimo de entre dos
y cuatro noches al mes y durante al menos tres meses consecutivos, es lo que
conocemos como enuresis.
Cuáles son las causas que
provocan esta situación
Los niños pueden mojar la cama
por diversas causas.
La alteración del ritmo
circadiano de la hormona antidiurética es la más frecuente, además de la
sobreproducción nocturna de orina, la vejiga reducida o la incapacidad para
despertar.
Tipos de enuresis
Hay dos tipos de enuresis.
- la primaria, la que sufre el niño que siempre se ha hecho pis en la cama (supone el 90% de los casos y tiene siempre una causa médica de fondo, por lo que es fácil de diagnosticar y de tratar);
- la secundaria, niños que se dejan de hacer pis y comienzan a orinarse de nuevo (supone el 10% de los casos y normalmente su origen es psicológico).
En el 90% de los casos existe un
factor predisponente hereditario, lo que multiplica entre 5 y 7 veces más el
riesgo de orinarse en el caso de niños con un progenitor enurético y
aproximadamente 11 veces más si ambos lo fueron en su día. El 10% restante se
debe a causas psicológicas.
Se estima que afecta
aproximadamente al 16% de los niños a los 5 años y el 10% a los 6 años.
La enuresis puede ser síntoma de
patologías más graves, de ahí la importancia de acudir al médico (pediatra o
urólogo) para determinar la causa y el tratamiento.
10 recomendaciones a seguir si tu
hijo moja la cama
El Dr. Juan Carlos Ruiz de la
Roja, Jefe de Urología del Hospital Santa Cristina de Madrid, Director del
Instituto Urológico Madrileño y autor del libro Por qué se orinan los niños en
la cama. Respuestas de un médico. -Libro reseñando y recomendado en Mamá Psicóloga
Infantil- nos da una serie de recomendaciones para los niños que sufren
enuresis:
- Reducir la ingesta de líquido, sobre todo antes de acostarse.
- Evitar las bebidas con cola.
- Orinar siempre antes de acostarse
- Realizar entrenamiento vesical, procurando que el niño vacíe bien la vejiga en cada micción.
- No forzar el despertar del niño durante la noche para que orine, ni siquiera con dispositivos, ya que puede volver a orinarse de forma involuntaria y afecta a su descanso.
- Motivar al niño para que deje de orinarse con calendarios miccionales u otros soportes que le hagan partícipe del problema.
- No castigar nunca al niño por mojar la cama, lo hace de manera involuntaria.
- Hablar con el niño de manera natural sobre su problema, sin restarle importancia ni burlarse.
- Retirar el pañal cuando consigamos con el tratamiento 8 noches secas.
- Ante la sospecha de enuresis, acudir al médico para que diagnostique y dé una solución.
Consecuencias de la enuresis
La enuresis tiene un grave
impacto en la autoestima, el bienestar emocional, la actividad diurna del niño
y su rendimiento escolar y social. De modo que podemos encontrarnos que:
- Muchos no salen de casa
- No acuden a campamentos de verano o colonias y
- No duermen fuera de casa por vergüenza.
Por eso es importante que, ante
la mínima sospecha, se acuda al médico para que diagnostique y trate al niño si
fuera necesario.