Autoría: Celia Rodríguez Ruiz
Republicado con autorización de: https://www.educapeques.com
Qué es el Síndrome de Münchhausen
El síndrome de Münchhausen, término
acuñado por el médico inglés Samuel Roy Meadow, es un trastorno psicológico en
el que la persona que lo padece finge o se provoca dolencias por una necesidad
de atención por parte de otras personas.
La persona es capaz de
autolesionarse para ser atendido y asistido por otros, el impulso, la necesidad
de atención es tan grande que puede llegar a límites de salud graves.
El síndrome de Münchhausen tiene
además otra variante conocida como el síndrome de Münchhausen por poderes, en
este caso se trata de progenitores (normalmente madres), que necesitan sentirse
imprescindibles para atender a sus hijos, necesitan que ellos las necesiten y
poder prestarles atenciones, o bien necesitan la atención de terceras personas
(el otro progenitor, un médico, etc.),
es por eso que llegan a fingir e incluso provocar lesiones en sus hijos.
El síndrome de Münchhausen por
poderes
El síndrome de Münchhausen por
poderes es un síndrome poco conocido, y aunque no sea demasiado frecuente
debemos prestar atención ya que es una forma de maltrato infantil y puede tener
graves consecuencias para la salud de los niños y niñas, incluso en los casos
más graves puede llevarles a la muerte.
Causas
Aunque no exista razón alguna
para provocar daños a los niños y niñas, podemos analizar las causas del
síndrome de münchhausen por poder, este curioso comportamiento en los
progenitores.
Normalmente se trata de personas
con algún trastorno de la personalidad. Las investigaciones demuestran que se
trata de personas con trastornos límites de la personalidad o personalidad
histriónica.
Se trata de madres o padres que
tienen una necesidad que les supera y les genera un impulso por cubrirla. La
necesidad en la que se hallan los orígenes del síndrome de Münchhausen por
poderes es:
- Una necesidad de sentirse útiles. De ser necesitados o necesitadas por sus hijos e hijas y ser imprescindibles para estos. Si el hijo o hija está enfermo necesitara los cuidados y atenciones de la madre o el padre.
- Una necesidad de atención de terceras personas. En este caso pueden buscar la atención del otro progenitor (por ejemplo tras un divorcio o separación), e incluso del propio médico. Y la única manera de lograr está atención es a través de las dolencias del niño o niña.
- Algunas veces, la persona fue víctima de abuso de niño.
Síntomas
Es muy importante conocer las
señales del síndrome de Münchhausen por proximidad, ya que se trata de un
síndrome que puede tener muy graves consecuencias y es un tipo de maltrato
infantil encubierto. Veamos cómo se manifiesta este síndrome:
- Los progenitores son capaces de fingir y hasta provocar lesiones en sus hijos e hijas. A veces añaden sangre a las pruebas de orina, fingen fiebres, provocan vómitos, diarreas, etc…En algunos casos suelen hacer actos escalofriantes, pueden intoxicar a sus hijos e hijas e incluso provocar heridas, roturas, etc.
- Pueden llegar a calentar los termómetros para que parezca que el niño tiene fiebre
- Aparentemente son progenitores abnegados y muy muy preocupados por sus hijos e hijas.
- Son demasiado frecuentes las visitas al hospital o médico.
- En estas visitas, el progenitor parece más preocupado por la atención de otra tercera persona, o por la atención de su hijo o hija que por la propia enfermedad.
- Suelen ser enfermedades difíciles de explicar. Empeoran en casa y mejorar en el hospital.
- Los progenitores suelen evitar la hospitalización del niño o niña.
- Conocen los síntomas y características de las enfermedades de sus hijos a la perfección.
Tratamiento
En cualquiera de los casos es
necesario proteger al niño ya que, como hemos dicho, es considerado una forma
de maltrato en niños, pudiendo ser necesario retirarlo del cuidado de la madre
o padre.
Los niños pueden necesitar
atención médica para tratar las complicaciones de las lesiones, infecciones,
medicamentos, cirugías o exámenes. También pueden necesitar atención
psiquiátrica para lidiar con la depresión, la ansiedad y el trastorno de estrés
postraumático que pueden presentarse con el abuso infantil. Siendo necesario
avisar a las autoridades para tomar las medidas necesarias
El tratamiento muy a menudo
involucra terapia individual y familiar.