Republicado con autorización del autor: Carlos Pajuelo
Proteger es educar, sobreproteger es asustar.
Muchas madres y padres van sintiendo como aquello que
comenzó siendo un lógico desvelo por el cuidado de los hijos pequeños se va
convirtiendo en una agobiante y cotidiana tendencia a la intranquilidad, a
estar continuamente preocupados por los hijos. Y me preguntan, ¿Dónde está el
límite entre proteger y sobreproteger a los hijos?
Los padres tenemos la obligación de proteger, vigilar y
supervisar a nuestros hijos pero esto no significa que podamos evitar que
nuestros hijos vivan situaciones de potencial peligro. Los educamos para que
ante las situaciones de peligro sepan
qué es lo que deben de hacer.
1.- Proteger es construir un hogar en el que nuestros hijos
puedan crecer a salvo y para ello se les enseña desde pequeños a que sepan qué
es peligroso y cómo deben de actuar ante esas situaciones de peligro.
Sobreproteger es intentar eliminar todo lo que potencialmente sea peligroso del
contacto con nuestros hijos. Esta conducta va acompañada de la frase
exclamativa “ ¡ten cuidado con…! ” que además se repite constantemente y con
cara de pavor.
2.- Proteger es confiar y mostrar confianza en que tus hijos
van a ser capaces de organizar su vida, de tomar decisiones aunque se
equivoquen algunas veces, mientras que sobreproteger es desconfiar y por lo
tanto tomar decisiones por los hijos para evitar que se equivoquen.
3.- Proteger es estar presente en las vidas de nuestros
hijos dándoles nuestro apoyo cuando tienen adversidades y mostrarles nuestra
satisfacción con sus éxitos. Sobreproteger es estar omnipresentes en las vidas
de nuestros hijos, vivir la vida de nuestros hijos como si fuera la nuestra.
4.- Proteger es enseñarle a que tiene que responsabilizarse
de sus tareas (las de casa, las del colegio)
y sobreproteger es responsabilizarte tú de las tareas que le corresponde
realizar a tu hijo.
5.-Proteger es acompañar, es enseñar cómo hacer, es dar
autonomía progresivamente. Mientras que sobreproteger es anular la personalidad
de los hijos para que los padres se sientan, supuestamente, tranquilos.
6.- Proteger es educar y sobreproteger es asustar.
Educa para que tu hijo sea el protagonista de su vida,
aguántate tu miedo, confía en los hijos, confía en ti y asume que la vida de
los seres humanos es frágil, que el sufrimiento convive a nuestro alrededor,
que no existe la seguridad absoluta.
Educar para vivir y educar para convivir eso es proteger. No
dejes que tus miedos sean un lastre para el crecimiento de tus hijos.
Te recuerdo que cuando tu hijo, tu hija, tenga que afrontar
situaciones de peligro tú en ese momento preciso no vas a estar allí, así que
elige ¿proteger o sobreproteger?