Los peligros de la sobreestimulación
infantil
Republicado con autorización de: http://www.educapeques.com/
Autoría: Celia
Rodríguez Ruiz
A menudo escuchamos o leemos información sobre la
importancia de estimular el desarrollo del niño. Nadie duda de las ventajas de
la estimulación y desarrollamos la tendencia de incrementar todo lo que podamos
dicha estimulación, cayendo en el peligro de la sobreestimulación. Estamos
educando niños basándonos en una sobrestimulación continua y constante. Estamos
entrenando su cerebro para estar ocupado siempre, y generamos una alergia a la
paciencia, a la soledad, al aburrimiento, lo que tiene graves consecuencias en
el desarrollo y bienestar de los niños y niñas.
Las estimulación en los niños
La estimulación consiste en favorecer el desarrollo del niño
mediante actividades o tareas que sirvan para crear más conexiones sinápticas
entre las neuronas. El cerebro del niño es un cerebro con muchas posibilidades,
con una gran plasticidad neuronal, y los primeros años son claves para fomentar
el desarrollo y las conexiones.
Sin embargo, no debemos olvidar que el desarrollo es un
proceso gradual que sigue su propio ritmo y sus propios pasos.
La sobrestimulación y sus peligros
A menudo nos centramos tanto en la importancia de estimular
a nuestros niños que caemos en el peligro de la sobrestimulación: tendemos a
ocupar constantemente su cerebro. Efectivamente el cerebro del niño, es un
cerebro que está aprendiendo y madurando, con todo lo que hace cambia, y crea
unas conexiones. Es bueno favorecer el desarrollo de conexiones, pero antes de
nada debemos plantearnos una cuestión ¿qué tipo de conexiones queremos crear?
Cuando le sobreestimulamos estamos creando un camino,
estamos generando una tendencia cerebral:
- La tendencia a tener la mente ocupada constantemente en algo.
- No hay cabida al aburrimiento, ya que siempre estamos ocupados en algo.
- Tampoco hay paciencia. A menudo cuando el niño tiene que ser paciente y esforzarse en una tarea que le resulta aburrida (las comidas, esperar en una sala de espera, etc.) tendemos a entretenerles con las pantallas y con eso estamos creando un camino en su cerebro. Tendrán dificultades para mantener la paciencia en una tarea aburrida y costosa.
- Creamos una tensión, estrés y ansiedad contraproducentes para el desarrollo, el cerebro se acostumbra a estar en tensión.
Es muy importante evitar la sobreestimulación, ya tiene
números peligros.
Consejos para evitar la sobreestimulación
- Estimular sin sobrecargar es la clave, se trata de lograr un equilibrio que favorezca un desarrollo sano.
- Respeta los ritmos de cada niño. Podemos favorecer la estimulación, pero teniendo en cuenta que el cerebro de cada uno madura siguiendo un ritmo particular, si tratamos de hacer algo para lo que el cerebro no ha madurado aún estamos destinados a fracasar.
- Aprovecha los momentos en que el niño este en predisposición de aprender o ser estimulado. No te empeñes en generar momentos de estimulación sin apenas descanso.
- Deja tiempo para que se aburran, para que tengan paciencia. Recuerda que cuando hacemos esto también estimulamos su cerebro, le enseñamos a relajarse, a parar y a ser paciente.
- No ocupes todo su tiempo con actividades, deja que se aburran y que aprendan a entretenerse solos, que no necesiten esa estimulación.
- Procura estimular con actividades tranquilas, como leer o dibujar. Evita pantallas y actividades que puedan ser sobrestimulantes, con demasiados estímulos visuales y auditivos.