Republicado con autorización de: http://www.educapeques.com/
Autoría: María Eugenia Daney
La distimia o trastorno distímico se conoce como un estado
de ánimo depresivo o alterado que se presenta tanto en niños como en
adolescentes.
Es preciso indicar que dicho trastorno debe haberse
manifestado de forma ininterrumpida durante al menos 1 año.
Sin embargo éste no es el único síntoma que un niño o
adolescente debe presentar para ser diagnosticado o sospechar que padece de
distimia.
Síntomas generales de la distimia en los niños
- Pérdida o aumento del apetito
- Insomnio
- Baja autoestima
- Dispersión para tomar decisiones
- Sentimientos de desesperanza
- Apatía
- Falta de energía
- Reducción de las risas y alegría
- Fatiga
- Falta de concentración
- Sentimientos de desesperanza o autodestructivos
Causas de la distimia
Existe una infinidad de causas por las que un niño puede
manifestar distimia: cuestiones genéticas, hormonales, depresión por algún
hecho específico que ocurra en la vida del niño, acoso escolar, abuso infantil,
bullying, factores estresantes de la vida cotidiana, etc.
La diferencia entre un estado de ánimo depresivo pasajero y
la distimia es que la última altera la vida cotidiana del niño o adolescente.
Características según la edad de cada niño
Menores de 7 años
Mayormente el síntoma que predomina es el de la ansiedad.
Características:
- Rabietas inexplicables
- Llanto sin motivos
- Irritabilidad
- Dolores frecuentes, (cefaleas, dolores musculares, etc) quejas de diverso tipo
- Pérdida de interés por juegos que antes resultaban ser de interés para los niños
- Aumento o disminución notable de la actividad motora
- Dificultad para alcanzar el peso ideal
De 7 años hasta la pubertad
Las características se presentan en torno a 3 esferas:
- Afectiva-conductual. Presenta irritabilidad, agresión, apatía, tristeza, aburrimiento y culpa. Puede tener ideas de suicidio o relacionadas con la muerte.
- Actividad escolar y cognitiva. Disminución del rendimiento escolar, baja autoestima, fobia escolar, falta de concentración, aislamiento.
- Somatización. Dolores de cabeza, dolor abdominal, gripes, fiebre, mareos, náuseas, trastornos del sueño, etc.
Adolescentes
Las características que adoptan los adolescentes con este
trastorno son similares a los antes descritos en los niños de entre 7 años y la
pubertad, sólo que aquí se intensifica el sentimiento negativista, agresión,
malos tratos, insultos, auto-reproches, autoimagen negativa. Se acentúa (aún
más) el pensamiento de suicidio.
En estos dos últimos
grupos es importante tener en consideración el sentimiento de autodestrucción
asociado con la muerte.
En estos casos se sugiere realizar las consultas necesarias
con profesionales que puedan dar sostén al grupo familiar como así también
hallar el verdadero motivo de la depresión.
También es importante indicar que la distimia no llega a ser
una depresión. No obstante debemos estar alerta ya que de la distimia se puede
derivar una depresión infantil o adolescente.
Consejos para trabajar con niños con distimia
- Presta atención al niño. Evalúa el tipo de conductas que tiene. Si presenta cambios de ánimo durante más de 6 meses es importante determinar qué es lo que lo está preocupando. Si la situación continúa durante 1 año es importante consultar con un profesional.
- Enfócate en el aprendizaje emocional del niño o adolescente. Que aprenda a reconocer sus propias emociones.
- Aumenta su autoestima
- Enséñale a reconocer sentimiento negativos y transformarlos en positivos (constructivos)