Republicado
con autorización del autor: Carlos Pajuelo
Los
hijos no son un tesoro, el verdadero tesoro es educar a los hijos.
“Mi
tesoro, mi tesoro” con esa frase Gollum se trastorna, y bien trastornado, en la
trilogía del Señor de los Anillos. No digo yo que los padres nos trastornemos
con nuestros “tesoros” caseros, pero la verdad es que quizás, algunas veces,
tanto brillo nos deslumbre y no nos deje ver con claridad que nuestros
“príncipes” y “princesas” no son más que niños y niñas, que, además de
parecerse un montón a su padre y/o a su madre, lo que necesitan es educación.
Educación porque, además, muchos de esos “príncipes y princesas” van a mutar en
adolescentes “republicanos” y para esos días ya tienes que tener adelantada
mucha tarea.
Ver
a los hijos como niños y niñas en vez de verlos como tesoros nos permite verlos
como son, con sus defectos y sus virtudes y esto es lo que más nos puede ayudar
a la hora de educarlos, a la hora de establecer límites, a la hora de afrontar
los momentos difíciles, a la hora de señalar lo que los padres consideramos
tolerable y lo que es intolerable.
No
seas injusto, ver a tu hijo como un tesoro lo que hace es que te quitas la
responsabilidad de educar. “Mi niño es un tesoro, un figura, un no veas lo que
sabe, etc.” y cuando se haga adolescente, “¡ayyy, este niño ha cambiado!, ¡ay,
se está perdiendo!, ¡ay, ha mutado de encanto a cactus con pinchos”. O sea,
otra vez la culpa del niño.
Abre
los ojos, educas a una persona, le estás dando a tu hijo o a tu hija
herramientas para que se construya, para que aprenda a vivir en una sociedad en
la que va a recibir múltiples influencias y la tuya es fundamental.
Si
crees que tienes un tesoro vas a dejarlo huérfano, huérfano de guía, huérfanos
de límites, huérfano de maneras de actuar.
Si
crees que tienes un tesoro vas a hacerle creer que el mundo que le rodea es
hostil cuando no vea su brillo.
Si
tratas a tus hijos como si fueran tu tesoro solo vas a ver “piratas patapalo”
al acecho de tu tesoro. Nadie será lo bastante bueno para tu tesoro.
Si
crees que tienen un tesoro no querrás que sufra, le evitarás todo el
sufrimiento posible, le vivirás su vida. Le engañarás. Y el día que tenga que
enfrentarse al sufrimiento se vendrá abajo y tú detrás de él o de ella. Y
¿quién va a poner orden, tranquilidad, guía, etc. entonces?
Si
crees que tienes un tesoro, te perderás la vida real de tu hijo o de tu hija y
sufrirán porque ellos saben que no son unos tesoros y nada de lo que hagan
podrá satisfacer las altas expectativas que tienen sus padres puestas en ellos.
Abre
los ojos, tienes algo mucho mejor: eres padre, eres madre y ejercer esa tarea,
educar, si que es un tesoro para tus hijos.
El
tesoro de educar.