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Seguramente coincidirás con
nosotros en que todo padre desea que sus hijos sean felices. Y aunque este
puede ser un concepto bastante escuchado lo cierto es que no existen fórmulas
mágicas para lograr lo antes dicho. Sin embargo existen pautas o el aprendizaje
de ciertos valores que podrían marcar el sendero de la felicidad de los niños.
Veamos 10 valores que
debemos inculcar en nuestros hijos
1. Felicidad. Encarar
la vida tomando siempre como iniciativa una actitud positiva ayuda a
enfrentar los problemas. Con esto no queremos decir que ser feliz consiste en
tenerlo todo. De hecho la felicidad se compone de pequeños momentos. Enseñarle
al niño a valorar estos momentos teniendo siempre una actitud positiva ayudará
a que él enfrente las dificultades desde varios ángulos. Anímalo a que el niño
ría (no de los problemas, pero sí que se tome el tiempo necesario para
resolverlos y ayúdale con esto).
2. Fomenta el buen
humor. Nunca pierdas de vista que el niño tomará como ejemplo a seguir todo
lo que sus padres hagan. Por tanto es recomendable que tú también comiences a
tomarte la vida con cierto humor.
Aceptarse a sí mismo es un gran
paso para luego darle una solución al problema (siempre y cuando éste se
encuentre a nuestro alcance). Nunca hay que olvidar que el humor es un signo de
inteligencia
Que el buen humor forme parte de
las costumbres del hogar, genera hábitos de comportamiento que influirán en la
conducta del momento presente y quedarán arraigadas en el futuro.
3. Amabilidad. La
amabilidad, el buen trato, pedir las cosas con respeto y educación son valores
que “abren puertas” no sólo a chicos sino también a grandes.
Una actitud positiva frente a la
adversidad será beneficiosa para sacar el provecho de toda situación difícil
que el niño tenga que atravesar.
4. Generosidad. Con
esto nos referimos a la solidaridad. La ayuda desinteresada fomenta valores
incalculables en los niños.
5. Carácter. Hoy
por hoy se conoce que el carácter no es algo que no se pueda modificar. Es
importante que enseñemos a los niños a modificar el carácter estableciendo
valores como el auto-respeto y el respeto por los demás. También hay que hacer
hincapié en la diversidad de caracteres y en la aceptación de otros puntos de
vista diferentes a los del niño.
6. Dolor. Es
necesario hablar de este punto. Todo padre desea que su hijo no sufra jamás,
pero bien sabemos que esto solo resulta ser una utopía. Por tal motivo es
fundamental enseñarle a nuestros hijos a enfrentar el dolor y poder superar el
mismo. También es importante marcarle cuándo ese dolor es producto o
consecuencia de sus propios actos y cuando no lo es.
7. Responsabilidad.
El valor de la responsabilidad es imprescindible para que se forme una
personalidad de adulto íntegro. Para ello debemos ser el ejemplo y ayudarlos no
sólo desde la palabra sino también desde el sentimiento. Lo mejor es inculcarle
este valor desde el sentimiento. De este modo quedará arraigado en nuestros
hijos y se formará un hábito de comportamiento.
8. Buen gusto.
Claro que el gusto es algo subjetivo pero con este punto nos referimos a la
necesidad de establecer conductas de buen gusto que sean aceptadas socialmente.
Por ejemplo, si como adultos utilizamos un lenguaje inapropiado en el hogar y
frente a los niños o si el maltrato verbal es frecuente, es muy probable que el
niño incorpore este comportamiento y que el mismo sea repudiado en los ámbitos
escolares o donde se desenvuelva el niño.
9. Empatía. Saber
reconocer los sentimientos de otros niños y adultos, ponerse en el lugar del
otro intentando sentir lo que ellos mismos sienten es algo que muchas personas
presentan casi de forma natural mientras que en otros casos es necesario
enseñarlo. También es importante aprender a “tomar distancia de la situación”
para no “cargar” con el problema ajeno.
10. Buenos sentimientos.
Todo lo antes dicho, si se realiza con el fin de inculcar valores en los niños,
no genera otra cosa que buenos sentimientos. Compartir, dar, escuchar,
priorizar lo que se nos pide, sumado a todo lo antes dicho genera pensamientos
positivos y niños potencialmente