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El niño autónomo: La autonomía es un valor que todo padre y madre
debe inculcar en sus hijos ya que esto construye adultos íntegros y
autosuficientes.
A la hora de hablar de autonomía
es importante pensar también que esta está ligada íntimamente con la
responsabilidad. Si bien es cierto que a menudo actuamos sobreprotegiendo a
nuestros hijos, también es importante comenzar a regular esta actitud ya que no
es beneficiosa para ellos. De hecho una de las creencias más comunes es pensar
que nuestros hijos no pueden ser responsables. Sin embargo es necesario que
ellos (en forma gradual y dependiendo de las edades que tengan) comiencen a
tomar mínimas responsabilidades.
Beneficios de un niño
autónomo
Como mencionamos más arriba un
niño adulto se convertirá en un adulto independiente y responsable.
Por otra parte generamos en él
confianza. Esto elevará su autoestima y potenciará el desarrollo de un tipo de
personalidad madura.
Pero ¿De qué modo se logra la
autonomía? Con estrategias de análisis, planificación y reflexión. Veamos en
detalle estos puntos para enseñar a ser un niño autónomo:
Enséñale a pensar por sí mismo
Un niño que pueda tener un
discernimiento sobre cada situación, será un adulto preparado para poder pensar
por sus propios medios, evaluar cada situación y poder comprender cada
situación con una evaluación propia.
Pregúntale “qué piensa o cree él
de cada situación”. Ayúdalo a que se supere a sí mismo.
Una estrategia muy utilizada es
la de generar nuevos aprendizajes pero siempre ten en cuenta que los
aprendizajes deben ser divertidos para él.
No le des todo lo que
te pida
Si accedes a todo lo que él te
pida, entonces el niño crecerá sabiendo que “siempre podrá recurrir a ti”.
Claro que como padres nuestro deseo es siempre estar al lado de ellos pero
también es importante darles las herramientas para que puedan desenvolverse de
forma autónoma.
Niño autónomo: Preséntale diferentes responsabilidades
En este punto deberás ajustar lo
que sugerimos a continuación dependiendo de su edad.
·
No
lo vistas tú, deja que él lo haga aunque se equivoque.
·
No
lo bañes. En tal caso puedes estar cerca pero deja que él lo haga.
·
Permite
que el niño tenga alguna responsabilidad dentro del hogar: tender su propia
cama, barrer su cuarto, poner o retirar la mesa, etc.
· Fomenta la responsabilidad de que
“él es responsable por la realización de sus propios deberes (tarea escolar)”.
Claro que puedes guiarlo pero no realices esta tarea salvo que ésta sea la
consigna escolar (hay actividades que se pide se realicen como grupo familiar).
Enséñale que puede
aprender de sus errores
Muéstrales que un error sólo es
un paso para llegar a lograr o cumplir con el objetivo. Esto aplica tanto para
el área escolar como para cualquier actividad que se proponga realizar. Lo
ideal es enseñarle que, tras un error, puede corregir el rumbo (quizás cambiar
el enfoque) y comenzar de nuevo.
Muéstrales que toda
decisión tiene sus consecuencias
Es importante que ellos entiendan
que cada acción (buena o mala) desembocará en una consecuencia determinada
sobre ellos mismos y sobre el entorno.
Esto permite que los niños
entiendan que cada comportamiento está ligado con el comportamiento de otra
persona (o con sus consecuencias) y en poco tiempo podrá comenzar a ser un niño
autónomo.