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¿Qué no deberías prohibir a tus hijos?
Existen algunas cosas que jamás debemos prohibirle a
nuestros hijos puesto que son indispensables para que ellos se constituyan
psíquicamente como futuros adultos emocionalmente sanos.
8 cosas que no
deberías prohibir a tus hijos.
Las preguntas
Jamás impidas que tu hijo haga preguntas. Las preguntas a
veces o pueden ser complejas, otras más sencillas pero jamás evites una
pregunta. Si acaso desconoces la respuesta puedes decirle “No sé cuál es la
respuesta a lo que me estas preguntando, pero prometo averiguar cuál es”. Esto
transmite tranquilidad al niño y muestra nuestro interés como adultos hacia sus
inquietudes.
El llanto
Es común que los niños (especialmente los más pequeños)
lloren en cualquier situación debido a que se impresionan con casi todos los
suceso de la vida. Permite que lloren, reconoce sus sentimientos y explícales
la mejor forma de poder solucionar el problema.
Ser tacaño
Muchas veces los adultos “tildamos” a los niños por ser tacaños por no querer compartir sus
juguetes con otros. Lo cierto es que el niño que está jugando (por ejemplo con
una pelota) tiene derecho a seguir jugando con esta pelota. En tal caso apoya
tu hijo para que le explique a su compañero por qué no puede prestarle su pelota.
Puedes, incluso incentivar para que tu hijo preste otro juguete con el que él
no esté jugando a fin de compartir con el otro niño.
No les impidas que digan “NO”
Este NO aplica tanto hacia otros niños, familiares e incluso
para la madre. Si les negamos a los niños el derecho de decir que no, les
estamos indicando que inconscientemente ellos no tienen derechos porque no les
permitimos decir que no a algo determinado.
Hacer un poco de ruido
Claro que siempre es importante saber en qué sitios podemos
hacer un poco más de ruido. Por ejemplo, no es correcto callar a un niño que
está jugando en un parque ya que este es uno de los lugares destinados para que
ellos, justamente, hagan ruido.
Tener miedo
Los niños pequeños sienten miedo de la oscuridad, de un
familiar que hace mucho que no ven (o no conocen), de una tormenta, etc. No les
avergüences por su miedo. Permite que este forme parte del aprendizaje para la
enseñanza de las emociones (ya que el miedo es una emoción).
Tener secretos
Alrededor de los 8/9 años los niños necesitarán empezar a
tener algunos secretos. Esto es saludable para ellos y, aunque nos cueste como
padres, debemos aprender a confiar en ellos. Por ejemplo; si tu hija tiene un
diario íntimo y te dice “no puedes leer lo que hay en él”, no sería correcto
leer su diario. Mejor respóndele: “confío en ti y si te he dado mi palabra, no
miraré tu diario íntimo”.
Debemos ser precavidos en este tipo de permisos ya que, como
todos sabemos, los peligros están “a la vuelta de la esquina” para los niños
actualmente.
Enojarse
Todo niño tiene derecho a enojarse cuando existe una
injusticia a su alrededor. Generalmente muchos niños son extremadamente justos
y se enojan cuando ven una injusticia. Permite que los niños se enojen: respeta
el tiempo de enojo y luego evalúa todas las soluciones posibles.