Autoría: Isabel Rubio
Publicado en https://elpais.com (27-2-2018)
Los niños acceden a la web a los siete años y a los ocho ya
tienen teléfono móvil
Uno de cada tres menores
españoles de entre 11 y 16 años ha recibido mensajes sexuales a través de
Internet. Las chicas envían más fotografías sugerentes, mientras que los chicos
recurren con mayor frecuencia a fotos comprometidas y explícitas que muestran
sus genitales. Pese a que un 94,5% de los jóvenes admite que se trata de una
práctica peligrosa, casi la mitad opina que es parte del juego erótico o sexual
y uno de cada cuatro que mejora las relaciones de pareja.
Esta práctica, denominada
sexting, aumenta a medida que los menores crecen: si el 20% de los niños entre
11 y 12 años admite haberlo practicado, el porcentaje sube al 42% entre los
jóvenes de 15 y 16. Los niños son quienes reciben más mensajes sexuales, un 35%
frente a un 28% de las chicas, ya que también son los que más los
demandan. Estas son algunas de las
conclusiones del libro Entre selfies y whatsapps. Oportunidades y riesgos para
la infancia y la adolescencia conectada, que recopila 17 artículos científicos
de investigadores europeos y latinoamericanos y que ha sido presentado este
martes en la sede de la Comisión Europea en Madrid.
Para Maialen Garmendia, directora
del equipo de investigación EU Kids Online de la Universidad del País Vasco, el
problema de estos mensajes sexuales es lo que se conoce como sexting
secundario, es decir, "cuando esa imagen se reenvía a todos los
estudiantes del instituto". Pero este no es el único riesgo al que se
enfrentan los menores al conectarse a la web.
El ciberacoso ha aumentado
notablemente en los últimos años, según una encuesta realizada a 500 menores
españoles de entre nueve y 16 años y a sus progenitores. No obstante, la
prevalencia del tipo de acoso "cara a cara" sigue siendo mayor que el
que se realiza a través de Internet o por el móvil. “No debemos culpar a la
tecnología”, señala Garmendia. Por ello, los datos que se ofrecen en la
investigación hacen referencia a los menores que han sufrido tanto bullying
como ciberbullying. La incidencia del acoso entre usuarios de 9 a 16 años se ha
doblado en menos de una década: mientras que en 2010 un 15% declaraba haberlo
sufrido, ahora la cifra se ha elevado al 31%.
Además, los datos recogidos en el
libro ponen de manifiesto que son los niños de entre nueve y 10 años quienes se
sienten "más disgustados" ante una situación de acoso o ciberacoso.
Después, a medida que la edad aumenta, son capaces de gestionar mejor esta
situación. Solo un 6% de los jóvenes de entre 15 y 16 años que ha sufrido esta
situación manifiesta haberse sentido "muy disgustado".
Acceso al móvil
La implicación del profesorado y
la supervisión de los progenitores son imprescindibles para detectar el
ciberacoso, sobre todo teniendo en cuenta que la edad de acceso a Internet y a
los smartphones es cada vez más temprana. Mientras que en España hace seis años
los menores accedían por primera vez a la web a los diez años y tenían móvil a
los 11, ahora disponen de su primer smartphone a los ocho y se conectan a la
red a los siete. En algunos países como Reino Unido, uno de cada cuatro menores
de dos años y el 36% de los niños de tres a cinco tienen su propia tableta,
según el regulador Ofcom.
Garmendia ha subrayado que el
hecho de que los niños empiecen antes a usar las nuevas tecnologías es
inevitable y no tiene por qué ser negativo: "Tenemos que ser proactivos y
generar unos hábitos de supervisión desde que son muy pequeños". Este
control también es importante en las redes sociales. El 35% de los niños españoles de 11 y 12 años
y el 74% entre 13 y 14 tienen algún perfil en una red social. Esto incumple la
normativa legal, ya que por ejemplo Facebook requiere que los usuarios tengan
una edad mínima de 14 años para crear una cuenta.
Uso abusivo de las nuevas
tecnologías
La Estrategia Nacional de
Adicciones, aprobada hace tres semanas por el Consejo de Ministros, incluye por
primera vez las adicciones sin sustancia, como las nuevas tecnologías. El 18%
de jóvenes entre 14 y 18 años en España usa de manera abusiva las nuevas
tecnologías, según anunció el delegado del Gobierno para este plan nacional,
Francisco Babín.
Los datos del libro Entre selfies
y whatsapps revelan que el 39% de los jóvenes se ha sentido aburrido al no
poderse conectar a Internet y el 10% ha sido incapaz de controlar el tiempo que
pasaba en la red. Los datos son más alarmantes en cuanto al uso de los
smartphones. Más de la mitad de los participantes ha sentido un fuerte impulso
de comprobar su teléfono. Pero para Garmendia, los menores no son los únicos
que deben limitar el uso de los teléfonos móviles. “Si preguntáramos a los
adultos, no creo que los resultados fueran muy distintos”, ha afirmado.