Republicado con autorización del
autor: Carlos Pajuelo
http://blogs.hoy.es/escuela-de-padres/
Ya está todo preparado para la
vuelta al colegio, uniformes, libros y mochilas, los estuches con despliegue de
bolígrafos, lápices, y gomas, las calculadoras, agendas, pero hay otras cosas que también metemos en
las mochilas de nuestros hijos sin darnos cuenta de ello, unas aligeran el peso
de la mochila y otras, sin embargo,
pesan tanto como una enciclopedia. Nuestras actitudes, nuestras
opiniones, nuestra manera de actuar y orientar a nuestros hijos en su vida
escolar, todas esas cosas también van a ir dentro de su mochila.
Te propongo 5 imprescindibles para meter en la mochila de
tu hijo:
1.- RESPETO, que deben de utilizar durante toda
la jornada escolar y se dirige hacia sus maestras y maestros, hacia los
profesores pero también a cada uno de sus compañeros y compañeras de clase.
Recuérdaselo toda las mañanas porque a estas edades, a veces, se les olvida. Y
enséñale cómo se hace respetando tú a sus maestros y compañeros.
2.- Oportunidad de aprender a
asumir RESPONSABILIDADES, pero te recuerdo que esta es una tarea cotidiana,
cada dia un pasito más, poco a poco, porque no puedes esperar a que tu hijo se despierte un día diciendo:
“¡que me he hecho responsable!”, para que se hagan responsables los hijos es
necesario que sus padres vayan dejando de responsabilizarse, progresivamente,
de las tareas de los hijos.
3.- AGRADECIMIENTO. No hay mayor
fortuna que la del conocimiento, la de aprender. Así que cada vez que tu hijo
se queje, con razón o sin ella, recuérdale que cuando uno está buscando un
tesoro ( y el conocimiento es el mejor de ellos) nos topamos con muchos y
diferentes obstáculos. Agradecer a los que le educan es una manera de poner en
valor la educción.
4.- FORTALEZA. Somos animales
sociales y necesitamos a los demás para poder ser nosotros mismos. La
interacción, la comunicación, la convivencia genera muchos roces y durante la infancia y
la adolescencia pueden provocar
algún sufrimiento. Ser fuerte no es aguantarse, ser fuerte no es actuar como si
no pasara nada. Ser fuerte es reconocer el dolor y sentirse capaz de hacerle
frente. Y para eso necesitan nuestra ayuda y comprensión como padres y
profesores.
5.- ÁNIMO. El colegio no es un
parque de atracciones del conocimiento donde al grito de “aprender es
divertido” los hijos lo pasan genial. El ánimo, la motivación, es una actitud que nace dentro de cada uno de
nosotros y nos ayuda a hacer frente a los retos diarios. Sé un padre o una
madre que actúa con ánimo y verás cómo tus hijos lo aprenden, pero dales
tiempo. Sé un padre que utiliza el elogio para animar pero también para enseñar
a los hijos a reconocer sus puntos débiles.
Puedes meter muchas más cosas
como confianza, sentido del humor, perseverancia, etc., pero procura que no
sean cosas que añadan peso a sus sobrecargadas mochilas. Recuerda que hay
palabras y actitudes que impulsan y
palabras y actitudes que destruyen. Y sobre todo recuerda que estamos educando
hijos que no están terminados, que es ahora cuando podemos influir en ellos,
sin prisa, sin angustia, con tesón.
Cansada tarea la de educar, pero
si no lo haces tú, ¿quién será guía de
tus hijos?