Autoría: Sara Tarrés
Republicado con autorización de https://www.mamapsicologainfantil.com
Dormir es la conducta que más realizamos a lo largo de
nuestra vida por eso es tan importante dedicar atención al colchón en el que
descansaremos todas las noches. No solo el nuestro, si no también el de
nuestros hijos, porque de que duerman bien, y en el colchón adecuado, dependerá
su crecimiento, rendimiento y buen humor.
Justamente por estos motivos hoy dedicamos este post a conocer el mejor
colchón para cada edad.
De un buen colchón depende una buena salud física y mental
Porque de nuestro buen descanso depende no solo sentirnos
bien al despertar, también nuestra salud física y mental. Dormir bien durante
toda la noche, y durante todas las horas que se recomiendan por edad, favorece
los procesos fisiológicos imprescindibles para nuestra supervivencia, como la
regeneración celular y el crecimiento o la correcta conexión neuronal y la
fijación de los aprendizajes en la memoria.
Sin pasar por alto lo importante que es dormir sobre un colchón adecuado
para evitar malformaciones de columna.
Ya con estos primeros motivos deberías tener suficiente para
no tomar a la ligera el hecho de escoger bien
el primer colchón para tus hijos, ya que los niños pequeños deben dormir
muchas más horas (como muy bien sabrás) que los adultos.
El colchón debería ser
una de las inversiones más importantes a realizar cuando amueblamos la
habitación de nuestros hijos (y la propia). Tener una habitación bonita pero en
la que no descansan bien no es para nada recomendable por los motivos que hemos
citado anteriormente y que te recuerdo a continuación: insomnio, irritabilidad,
dolores musculares, malformación de la columna, mayor vulnerabilidad ante el
estrés, problemas de atención y de memoria, …
Por tanto, es necesario invertir algún tiempo y dinero en
encontrar el mejor colchón para nuestros hijos. Para ayudarte en esta ardua
tarea vamos a ver una serie de factores a tener en cuenta.
Un colchón para cada edad
Bien sabrás que los niños crecen rápido, y que durante los
primeros años tendrás que pasar a tu bebé del pequeño moisés a la cuna y de
ésta última a una cama. Pero la cosa no queda aquí porque al llegar a la
adolescencia tu hijo tendrá nuevo cuerpo que requerirá de un nuevo colchón. Sea
como sea, recuerda que es necesario que el colchón que escojas debe adaptarse a
la edad y peso de tu hijo.
De 0 a 2 años
En esta etapa los niños pasan la mayor parte de su tiempo
durmiendo por lo que la elección de un buen colchón es vital.
Se recomienda elegir un colchón:
- firme pero adaptable,
- con materiales muy higiénicos, 100% libre de tóxicos e hipoalergénico,
- que pueda desenfundarse para poder limpiarlo con mayor facilidad.
- Y por supuesto, escoge uno que sea 100% transpirable y antiasfixia.
De 2 a 9 años
Los peques ya duermen algo menos pero aún necesitan dormir
entre 9 y 12 horas.
El colchón que deberíamos buscar es uno que permita una
buena adaptación de su cuerpo y que le permita moverse con libertad sin que lo
note mientras duerme.
Otra característica con la que debería contar es que tenga
una buena transpiración porque los niños sudan mucho, suelen haber escapes
nocturnos, se enferman y vomitan, … por lo que es importante tener en cuenta
este punto para poder mantenerlo en unas adecuadas condiciones de higiene.
De 9 años adelante
Llega la preadolescencia y poco después la tan “temida”
adolescencia con todos sus cambios físicos y emocionales.
Los chicos y chicas a esta edad siguen necesitando dormir
sus buenas 8-9 horas, en algunos casos hasta 10.
El mejor para adolescentes
será aquel colchón que mejor se adapte a las características físicas de
tu hijo, el cual habrá ganado peso y
talla en los últimos años y no dejará de hacerlo hasta los 20-21
aproximadamente.
Necesitará un colchón firme y cómodo que permita ajustarse a
sus nuevas características físicas y necesidades de descanso.
A modo de conclusión
Recuerda que todos los colchones aptos para niños,
adolescente y mayores un buen colchón tiene una vida de diez años. Antes de
comprar ese colchón para tu hijo o hija bien recuerda tener en cuenta todas sus
necesidades y no olvidar los factores de los que te he hablado en este post y
que seguidamente te recuerdo:
- sudoraciones,
- velocidad de crecimiento,
- peso,
- altura,
- escapes nocturnos, etc.