Autoría: Sara Tarrés
Republicado con autorización de http://www.mamapsicologainfantil.com/
La educación corresponde a los padres, no se puede
delegar en otros familiares, ni abuelos ni tíos deben asumir esta
responsabilidad. Corresponde a los padres decidir qué, cómo, cuándo y por
qué se hacen las cosas que tienen que ver con la educación de los hijos. No hay
nada peor que remar en direcciones distintas o dejar que sean otros quienes
tomen las riendas de la educación de nuestros pequeños, por eso es tan
importante que padres y abuelos se pongan de acuerdo
respecto a las pautas educativas que se han tomado en cada caso.
“La
educación de los hijos es algo que no se puede delegar. Los abuelos pueden
ayudar, pero la última responsabilidad será siempre de los padres” asegura
la psicóloga infantil Silvia Álava en su libro “QUEREMOS
QUE CREZCAN FELICES. De la infancia a la adolescencia (de 6 a 12 años)”.
Un manual para padres con hijos de 6 a 12 años
En su segundo libro, Silvia Álava responde a preguntas como:
¿Hay que ayudarle con los deberes? ¿Cómo conseguir que
se vayan a la cama a su hora?, ¿Qué criterios se deben seguir para la
elección del colegio?, ¿Cómo gestionar la «paga»?, ¿Y si mi hijo es el único
que no tiene móvil?, ¿Debo ser su agenda?, o descubrir ¿Cuándo iniciarles en la
información sobre la sexualidad?
Actualmente, los niños pasan mucho tiempo con sus
abuelos, debido sobre todo a las largas jornadas laborales de los padres. Sin
embargo, no se debe olvidar que los responsables de la educación son los padres
y que nunca deben renunciar a esa responsabilidad.
No se puede obligar a un abuelo a hacerse cargo de su
nieto. Se les puede pedir ayuda, pero nunca cargarles con una
responsabilidad que no les corresponde. No hay excusas para agobiarlos con
obligaciones y que tengan que vivir pendientes de las tareas de sus nietos.
Claves para el entendimiento entre padres y abuelos
- Los abuelos deben seguir las mismas pautas educativas que utilizan los padres.
- Dotar a los abuelos de la autoridad pertinente, para que los niños sepan que los abuelos aplicarán las mismas consecuencias que los padres.
- Los padres no deben quitar la autoridad a los abuelos ni los abuelos a los padres delante de los niños.
- No se debe ceder ante el chantaje del niño, porque solo se agravará el problema.
No se debe mentir a los niños
Es bastante habitual que los abuelos enfermen, en este caso
sería bueno que el niño fuese a visitarle. Se trata de que los niños participen
en el cuidado de sus abuelos, pero sin asumir responsabilidades que se
encuentren fuera de su edad.
Cuando los pequeños hagan preguntas, cómo ¿se va a morir el
abuelo?, conviene no mentirles, pero tampoco se les debe dar demasiada
información.
Los abuelos deben ser conscientes del cambio de
roles
Los abuelos tienen que respetar las decisiones de sus hijos
y entender que el rol ha cambiado, que sus hijos han formado su propia familia
y por lo tanto, son la máxima autoridad en los niños.
Es decir, si los padres dicen que su hijo tiene que comerse
la verdura, los abuelos deben acatar esta norma y no eximir a sus nietos de
esta decisión. Los niños saben perfectamente cómo se tienen que portar según la
persona con la que estén.
Padres y abuelos deben discutir estos criterios sin la
presencia de los niños ya que fácilmente perderíamos autoridad. Los niños no
deben ver como padres y abuelos discuten por ver quien hace las cosas mejor, ni
observar cómo unos intentan ocupar un lugar que no les corresponde.
La autora
Silvia Álava es la directora del área infantil en el Centro
de Psicología Álava Reyes y compagina la consulta como psicóloga con la
elaboración e impartición de cursos, talleres y conferencias.
Es experta en Psicoterapia por la European Federation of
Professional Psycholgists (EFPA) y profesora de diversos Másteres. Además, es
coautora de la enciclopedia “La Psicología que nos ayuda a vivir” dirigida por
Mª Jesús Álava Reyes, del libro “Cuentos para comer sin cuentos”, y la guía
“Cuidando el amor”, editada por la Consejería de Familia y Asuntos Sociales de
la Comunidad de Madrid. Además, Silvia colabora habitualmente con diversos
medios de comunicación.
El prestigioso psicólogo Javier Urra destaca
que “este libro rebosa experiencia, sentido común y ciencia educativa, de él
se pueden extraer diversos mensajes útiles para todos los progenitores. La
autora habla con rotundidad, y nos escribe desde la coherencia y el criterio.
En pocas palabras, Silvia Álava aúna juventud con saber”.