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Son múltiples las circunstancias puntuales que pueden hacer
que nuestros hijos presenten en algún momento dificultades para superar alguna
asignatura. Estos escollos pueden aumentar si nuestro hijo tiene dislexia, discalculia o algún otro trastorno del
aprendizaje que haga que procese la información de forma distinta y
por ello necesite más tiempo y esfuerzo para aprender.
En estas situaciones es muy importante que los padres
trabajemos para mantener a nuestro hijo motivado y con ganas de aprender, para
ello sigue estas recomendaciones:
Involúcrate en su aprendizaje
Si tus hijos ven que estás pendiente de sus avances y que dedicas
tiempo a ayudarlos, estarán más motivados a continuar aunque les resulte
difícil progresar. Cuando se encuentren con un problema que les resulte muy
difícil resolver habla con él, pregúntale cosas y busca junto a él una forma de
resolver esa dificultad.
Pero no le des el trabajo hecho. Debe ser él quien supere la
dificultad. Tu labor como padre es apoyarlo, pero no hacer el trabajo por él.
Eso lo ayudaría en ese momento puntual, pero a largo plazo puede perjudicarle
porque sentirá que no es capaz de superar los problemas solo.
Si ves que hay alguna situación que le resulte
particularmente difícil, reúnete con su profesor para que juntos puedan
elaborar una estrategia para facilitarle a tu hijo el aprendizaje.
Valora su esfuerzo
Ten en cuenta que para un niño que presenta una dificultad
en el aprendizaje, algunas cuestiones básicas pueden representar un gran
reto, por lo que valora su esfuerzo y reconoce sus logros por pequeños que
sean. Poco a poco esas pequeñas victorias marcarán la diferencia en la
velocidad con la que el niño adquiere nuevos conocimientos.
Si el niño ve que comprendes lo mucho que trabaja y que para
él esos pequeños pasos son muy importantes, se sentirá apoyado y motivado para
seguir esforzándose para mejorar.
Estimula su desarrollo en otras áreas
Anima a tu hijo a buscar hobbies o aficiones en los que se
sienta cómodo y para los que tenga destrezas. Ver que hay actividades en las
que destaca lo ayudará a tener más confianza en sí mismo, además de mejorar
su autoestima.
Un niño con una autoestima alta que ve que
el esfuerzo da frutos, será más propenso a no desistir ante la dificultad que
tiene en otras áreas. Es por esto que es importante que incluyas en su rutina
alguna actividad deportiva o artística que disfrute y con la que se sienta a
gusto.
Vigila que tus expectativas sean razonables
Una buena forma de motivar a tu hijo es proponerle objetivos
a cumplir, pero para que esta estrategia sea de ayuda, las metas planteadas deben
ser razonables para él. Ten cuidado con tener unas expectativas demasiado altas
de inicio.
Es mejor empezar por poner un objetivo sencillo y ver poco a
poco cómo avanza el niño. Si vemos que el niño llega a sus metas con mucha
facilidad se puede incrementar la dificultad y si por el contrario su avance es
más lento, se debe replantear el objetivo o los plazos y reconocer el trabajo
realizado hasta el momento.
Lo importante es que el niño vea que el trabajo lo ayuda a
acercarse a las metas y que, aunque en ocasiones se falla, eso no es un
impedimento para alcanzar lo que se desea, siempre que se sea perseverante y
paciente.
Dales responsabilidades
Una de las cosas que más ayuda a motivar a las personas en
general es verse capaces de asumir más responsabilidades. Es por eso que es una
buena idea dar a tu hijo una serie de tareas de las que él será responsable.
Ver que las lleva a cabo y que obtiene buenos resultados lo ayudará a afrontar
otras actividades que le resultan más difíciles con confianza e ilusión.
Lo importante para mantener la motivación del niño alta
es entender que una dificultad en el aprendizaje no es una tara y que puede
trabajarse. Es fundamental que no todo gire en torno a dicha dificultad y que
se trabajen otras áreas que ayuden al niño a tener más confianza en sí mismo.
El aprendizaje es un proceso integral en el
que nosotros como padres debemos involucrarnos, para asegurarnos de que
nuestros hijos disponen de todo lo necesario para superarse a sí mismos cada
día, manteniendo la ilusión y las ganas de seguir aprendiendo y mejorando.