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El miedo a la
oscuridad está considerado como un temor evolutivo que forma parte
del desarrollo normal de todos los niños, de hecho cerca del 70% de los niños
entre los tres y los cinco años, temen quedarse a oscuras.
Aunque este sea un miedo completamente
normal, deben tomarse cartas en el asunto, pues si el niño no supera el miedo a la oscuridad, esto puede convertirse
en una fobia, además es necesario para que pueda descansar tranquilamente.
La importancia de las rutinas para vencer
el miedo a la oscuridad
Establecer rutinas es
importante durante todas las etapas de la vida, y además pueden resultar muy
beneficiosas a la hora de ayudarle a un niño a superar su miedo de
estar en la oscuridad.
Las rutinas contribuyen
de buena manera al descanso de los niños y sin lugar a dudas ayudan a que los temores nocturnos se
reduzcan.
Una buena rutina puede comenzar con una
baño relajante, luego puede tomar el biberón o darle un vaso con leche, luego
leer un cuento o cantar una canción y finalmente apagar la luz para dormir; si
esta se convierte en una rutina diaria el niño fácilmente entenderá que apagar
la luz forma parte de las acciones en cadena y de esa forma podrá evitarse que
el niño se sienta asustado y de esta forma consiga descansar de forma
adecuada.
Consejos para ayudar a un niño a dejar de
lado miedo a la oscuridad
1.
El miedo a la oscuridad puede superarse por medio de los
juego, pues estos les ayudan a entender que no hay nada malo – y que incluso
puede ser divertido- el estar en la oscuridad Por ejemplo durante el día pueden
llevar a cabo juegos que requieran de vendarse los ojos, como por ejemplo
ponerle la cola al burro.
También pueden realizarse juegos en la
tenuidad, como jugar a hacer figuras con las sombras de las manos o reconocer
objetos por medio del tacto.
2.
Dejar encendida una luz muy tenue puede ser una buena forma de ayudarles a
superar el miedo a la oscuridad, eso sí, debe ser una
luz muy tenue, que apenas de un poco de claridad en la habitación.
3.
Si el niño se asusta a la mitad de la noche y llama a los padres, cuando
lleguen a la habitación no den encender la luz, debéis ayudarlo a
tranquilizarse con la luz tenue o incluso en la oscuridad, pues una luz
encendida hará que entiendan que la luz quita el miedo.
4.
Se deben evitar todas las cosas que puedan acrecentar su miedo, por ejemplo
películas o historias que puedan llegar a ser tenebrosas.
5. Nunca se deben burlar de
su temor, debéis contarle si alguna vez también sentisteis miedo a la
oscuridad y también es bueno que le preguntéis a que le teme; por
ejemplo suelen temer quedarse a oscuras porque sienten que algo saldrá por
debajo de su cama, y si ese fuese el caso debéis animadlo a que se asome debajo
de la cama y vea que ahí no hay nada que pueda asustarlo.