Autoría: Ángel Fuentes
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formas de cambiar la conducta de los niños sin castigo
Niños
sin castigo. Es necesario evitar los castigos físicos
Sin
olvidar que los castigos moderados siguen siendo una forma
adecuada para disciplinar a los pequeños, siempre será mejor cambiar la
conducta de los niños sin castigo.
Para
tal efecto, existen algunas técnicas y procedimientos que, si son aplicados
como es debido, no será necesario recurrir a las reprimendas para modificar sus
conductas indeseables.
Algunas
formas de evitar los castigos en los niños
Antes
de continuar, consideramos necesario advertir que algunos de los procedimientos
que mencionaremos a continuación, pueden ser más efectivos que otros,
dependiendo de las particulares características de cada pequeño, como es apenas
lógico.
- Consecuencias
naturales: si,
en vez de castigar al chico, le hacemos entender que, de hacer (o dejar de
hacer) algo, vendrán consecuencias por su conducta, lo más probable es que
entenderá.
Así,
por ejemplo, si le explicamos que, de olvidar los libros, no podrá entender
correctamente las explicaciones del profesor, lo más seguro es que no los
volverá a olvidar. Es mejor cambiar la conducta de los niños sin
castigo.
Para
situar otro ejemplo ilustrativo, digamos que es conveniente decirle que, en
caso de dejar su ropa en el suelo, el perro la seguirá destrozando y se quedará
sin sus prendas preferidas.
- Consecuencias
lógicas: en caso de
que estemos sin posibilidad de explicar consecuencias naturales (porque no
es la hipótesis), podremos recurrir a las lógicas.
Así,
por ejemplo, cuando Carlitos le arrebata el juguete a Sebastián, aprovechándose
de que éste es más pequeño, le podremos decir a Carlitos que, por su
comportamiento, no podrá ver tele en la noche será, de lejos, más efectivo que
golpearlo con una correa o darle una nalgadas.
- Abstenerse
de los golpes, a toda costa: si “acostumbramos” al niño a los azotes, luego será demasiado
complejo recurrir a las técnicas moderadas, como las que acabamos de citar
y otras a las que haremos alusión enseguida.
Otros
métodos para cambiar la conducta de los niños sin castigo
- La
disciplina positiva: la mejor manera de explicar esta manera de proceder, es mediante un
ejemplo. Será más apropiado decirle, por ejemplo, “¿por qué no te dedicas
a dibujar en el cuaderno, en vez de rayar la mesa?”, en vez de decirle “no
rayes la mesa”.
Esto
no es más (ni es menos), que “aprovecharse” de un comportamiento indebido, para
enseñar un buen comportamiento.
- La
distracción: este
método es, particularmente, efectivo en los bebés y en los niños de edades
más tempranas que, dicho sea de paso, adoran la distracción.
Entonces,
en caso de que, por ejemplo, el pequeño pretenda saltar sobre la cama de los
padres (como si fuese un resorte), sería conveniente invitarlo a una
distracción que sea divertida y excitante para él, como llevarlo a balancearse
en el columpio del parque aledaño.
- El método
de las recompensas: se trata de un estupendo reemplazo de otros sistemas de disciplina.
Si bien los regalos son una buena opción, no lo debemos acostumbrar a
ellos. Más bien, será recompensarlo con una manifestación de cariño, como
un beso o un abrazo, por haber modificado determinada conducta.
Los niños
sin castigos físicos serán, cuando sean adultos, hombres más
comunicativos, más abiertos a las relaciones sociales y, lo que es más
importante aún, hombres sin complejos.