Autoría: Mireia Navarro
Republicado con autorización de: http://www.psicologosantacoloma.es/
En
una entrevista concedida al periódico The Nex York Times en 2010, Steve
Jobs, a la pregunta “sus hijos deben amar el iPad ¿no es así?”,
contestó:
“No lo han usado, limitamos
la cantidad de tecnología que pueden usar los niños en casa“
Y
esto hace que yo me plantee lo siguiente: ¿Por qué el creador de buena parte de
la tecnología más demandada del planeta limita su uso a sus hijos? La respuesta me parece obvia, porque
como padres debemos controlar tanto la cantidad de tiempo que la están usando como
la calidad: ¿qué
ven? ¿qué juegos tienen? ¿qué aplicaciones usan?
Es
nuestra responsabilidad hacer que nuestros hijos hagan un
buen uso de las nuevas tecnologías. Igual que les enseñamos a
qué deben comer y en qué cantidad, igual que controlamos las chuches que comen
o las horas de sueño que tienen.
¿Cómo conseguir que mis hijos hagan un
buen uso del iPad?
Controla siempre el
tiempo
La
línea que separa el uso del abuso es muy fina. Si tu hijo/a juega cada día, que
sea muy poco tiempo, sobre unos 20 minutos. Si contamos las extraescolares, los
deberes y el resto de responsabilidades diarias, les queda muy poco tiempo para
estar con nosotros, hablar de cómo ha ido el día y jugar con alguno de sus
juguetes. Por lo tanto, si juegan más de 20 minutos, estarán robando
tiempo de las otras cosas importantes de la vida.
Controla la calidad
Controla la calidad
Qué
ve o a qué juega. No puedes dejar a tu hijo/a solo con
el iPad. Comparte
tu tiempo y juega con él/ella, así
verás cómo es ese juego y podrás decidir si es adecuado o no para él. Hay
muchas aplicaciones educativas que pueden ser muy buenas para
el desarrollo intelectual de los niños. Vigila que
el juego sea adecuado a su edad.
Intenta no usarla en reuniones familiares o sociales
Intenta no usarla en reuniones familiares o sociales
No
les quites a tus hijos la oportunidad de relacionarse, no facilites el
aislamiento social, porque las relaciones con los demás requieren
de un aprendizaje que
se hace precisamente en la infancia y adolescencia. Es una parte muy importante
de nuestra vida, somos animales sociales y nos gusta estar con los demás.
Que no sea lo único que tenga
Que no sea lo único que tenga
Llena
la casa de libros, fomenta la lectura y el juego
didáctico. El iPad no debe ser su único juego.
Fomenta que juegue a otras cosas. ¿Cómo? Pues dile que jugará al iPad más
tarde, que primero juegue a otra cosa, acompáñalo a elegir otros juguetes y
facilita así que reparta su tiempo.
No conviertas el iPad en su canguro
No conviertas el iPad en su canguro
Las
obligaciones y responsabilidades del día a día nos agobian y a veces recurrimos
al iPad para que estén entretenid@s un rato. No debemos abusar,
si les dejamos jugando en el sofá mientras hacemos otras cosas, pasará
más tiempo del recomendado. Con esto, no quiero decir que nunca
lo hagas pero mejor no abuses. Cuando tengas que preparar la cena que te ayude,
que te acompañe, también es importante que formen parte de las obligaciones
de casa.
Ten en cuenta la edad
Ten en cuenta la edad
según
la edad de nuestros hijos el uso del iPad será más oportuno o menos. De 0 a 2 años, lo
mejor, es que no lo use. Tendríamos
que evitar ponérselo para que coma, porque generaremos un hábito que luego irá
en nuestra contra porque nos costará mucho quitarla. A partir de los 3 años el uso debe ser corto y con contenidos adecuados a su
edad.
Steve Jobs formaría parte de esta tendencia de padres
que se han cuestionado el beneficio real de las nuevas tecnologías en sus hijos.
Eliminar el contacto con las nuevas tecnologías puede parecer una postura
radical y yo suelo huir de los extremos. Tal vez, un uso adecuado es la respuesta. Nuestros hijos han nacido en la era
tecnológica y eso no lo vamos a poder cambiar. Pero es nuestro deber enseñarles
que hay otras cosas importantes: los libros, los juegos, las
manualidades, el arte, el teatro, la montaña, la playa, las reuniones con
amigos o con familia, colaborar en las cosas de casa y hablar, comunicarnos.
En la infancia debemos generar los hábitos que les
quedarán luego en la adolescencia y en la vida adulta, es mejor generar un buen
hábito que cambiar uno malo.