Autoría: Eugenia Olego
Republicado con autorización de: http://www.psicologosantacoloma.es/
A
continuación, os facilitaremos unas propuestas para que podamos aumentar LA FELICIDAD de nuestros pequeños:
1. ¿Son felices los
que hay a su alrededor? Es importante que los
demás miembros de la familia se sientan satisfechos consigo mismos para poder
transmitir a los nuestros armonía. Si nosotros no somos felices, raramente
podemos enseñarles lo que es la felicidad.
2. Autonomía. Vistiendo a tus hijos para que no lleguen
tarde o darles de comer porque son “malos comedores” o simplemente porque están
embobados viendo la televisión, hacemos que los niños se conviertan en personas
que no saben gestionar situaciones por sí mismos. Estimular la independencia de
los niños, ayudará a potenciar su autoestima y seguridad en sí mismos.
3. Compartir y pensar en los demás. Algunos estudios
confirman que las personas que se interesan por su alrededor tienden a ser
individuos menos deprimidos. Los especialistas sugieren que fomentar la
humanidad y ayudar a los demás es una parte importante de la vida familiar y
los niños pueden beneficiarse mucho de ello.
Incluso ayudar en casa con pequeñas tareas hará que tu hijo aprenda el sentido de contribuir.
Incluso ayudar en casa con pequeñas tareas hará que tu hijo aprenda el sentido de contribuir.
4.
Juega con tu hij@. El juego fomenta la
comunicación entre padres e hijos. Ayuda a crear un espacio en el que se
fortalecen los vínculos a través de un medio lúdico. Jugando con ellos les
acompañamos a descubrir del mundo y de ellos mismos. Es una manera fácil de
acercase a los hijos, de comprenderlos, de ponerse a su misma altura para
aprender a entenderlos mejor.
Potencia
los juegos de cooperación y reduce los competitivos.
5. Deja que exprese sus emociones. La rabia o la tristeza
son emociones que a nosotros no nos gustan ver de nuestros hijos, pero si las
ignoramos, lo único que haremos es que estos sentimientos se vuelvan más
intensos y más difíciles de manejar. Conocer y controlar las emociones, son
esenciales para que nuestros hijos se desenvuelvan adecuadamente en sociedad,
de ahí que nosotros somos los encargados de dejar que se frustren cuando no
consiguen los que quieren o dejarles que lloren cuando un amigo no ha querido
jugar con él/ella. Dejar que sientan, independientemente de la emoción, ayuda a
desarrollar su inteligencia emocional.
5.
Normas y límites. Permitirles todo a
nuestros hijos, ayuda a que dejen de valorar las cosas ya que todo lo consiguen
fácilmente. Pero, ¿y qué sucede cuando se encuentra en una situación en la que
no adquieren lo deseado? Pues cuando no lo logren a la primera su frustración
será más elevada. Por eso debemos darles unas normas ya que nuestra sociedad se
rige por éstas.
6.
Escúchales. Tus hijos saben
perfectamente cuando se les está escuchando de verdad. Deja el móvil o la
televisión cuando tus hijos te necesiten; te sentirás más conectado con él y le
ayudarás a sentirse comprendido.
7.
Refuerzo positivo. Si nos fijamos solamente en lo que hacen mal, lo que
hacemos es pisotear su autoestima y confianza en ellos mismos. A veces pensamos
que no son capaces de hacer ciertas cosas. Vamos a enviarles más mensajes de
apoyo y confianza: “No pasa nada porque hayas suspendido esta asignatura, ahora
sé que si te esfuerzas podrás hacerlo mucho mejor”.
8.
Paciencia.
Padres tranquilos, hijos calmados. Los adultos que transmiten paciencia,
generan un ambiente relajado. Ello hace que los niños puedan gestionar mejor
situaciones de estrés que ocurren habitualmente en la vida.