Autoría: Laura Cifuentes
¿QUÉ ES EDUCAR EN
OPTIMISMO?
El optimismo es una de las fortalezas humanas más
importantes, que consiste en saber mirar el lado
positivo de las cosas pero
aceptando a su vez las negativas. Hoy en día es bien sabido que tiene
importantes efectos en la salud física, la salud psicológica, ayuda a
reducir el estrés, entre otras. Así que ¿Qué más necesitas para empezar a
educar en optimismo a tus hijos?
Educar en optimismo se basa
en ayudar a tu hijo a desarrollar un pensamiento optimista y positivo,
siempre con un punto de vista equilibrado. Al creer que las cosas
pueden ir bien, tomará el riesgo de llevar a cabo
proyectos y sueños, aprendiendo de sus errores. De forma
inevitable, aprender a adoptar un pensamiento optimista hará que le sea más
difícil caer en estados depresivos y pesimistas.
Todos hemos tenido a alguien pesimista
a nuestro lado que cree que nada puede ir bien y si algo tiene que salir mal
seguramente salga mal ¿Cómo ha sido convivir con esa persona? ¿Queréis que
vuestro hijo sea ese tipo de persona? Sino es así, ¿cómo podemos educarles
en optimismo?
1.
Los adultos somos modelos de conducta para los niños y por
lo tanto es importante, como ya he dicho, ser modelos de optimismo. Plantéate
esta pregunta: ¿Suelo pensar que no hay nada que hacer y que saldrá mal o por
el contrario me planteo que todo irá bien y que saldrá adelante?”
2. Enséñale a
crear pensamientos
constructivos incluso
de sucesos o situaciones negativas. Aunque le haya pasado algo malo siempre se
puede sacar la parte positiva, aprender algo, aprender de los errores
para no volverlos a cometer, etc.
3. Ayúdale a centrarse
en la solución y
no en el problema.
4. Cuando busquéis una
solución, ayúdale a encontrar una salida que le ayude a resolver
por sí mismo la situación y
siempre desde un punto de vista optimista. Por ejemplo puedes decirle lo
siguiente: “Puedes intentar a hacer esto la próxima vez y si te esfuerzas
seguro que te sale bien”.
5. Cuando haga algo mal,
desde nuestro punto de vista, crítica su conducta y no a la persona:
“Eso que has hecho no esta bien” en vez de “Eres malo por hacer eso”.
6.
Por
último, puedes utilizar recursos como los cuentos, personajes
o películas que
transmiten el valor del optimismo.